Afrontando un diagnóstico

Escrito por: Mgtr. Becky Malca, psicoterapeuta y psicooncóloga, y coordinadora del Programa SanaMente de Fundación Relaciones Sanas. @beckymalca

La confirmación de un diagnóstico suele ser una noticia difícil de asimilar, no sólo para el paciente sino también para sus seres queridos. Ya que significa enfrentarse a una nueva realidad, que interrumpe la cotidianidad y que genera diversos cambios y necesidades. 

¿Qué siente una persona que acaba de recibir un diagnóstico?

Cada persona necesitará un tiempo distinto para procesar la nueva información. Con ello, la respuesta emocional ante el diagnóstico puede verse afectada por varios factores: tanto por el tipo de enfermedad y el significado que le atribuyen; experiencias previas sobre esta y asociaciones que se desprendan de la misma; la presencia o no de otros diagnósticos; los tratamientos que se requieran y sus posibles efectos secundarios; el vínculo que se mantiene con el paciente; la gravedad de la enfermedad; y, el pronóstico y con ello, la forma en que pueda llegar a comprometer la calidad de vida del paciente. 

A partir del diagnóstico, el paciente y su entorno cercano podrán experimentar múltiples cambios (físicos, emocionales, espirituales, sociales, económicos, laborales, personales) que se irán generando a lo largo del proceso de la enfermedad. 

Los cambios más comunes suelen reflejarse en las rutinas y los horarios, patrones de sueño, alimentación y líbido (deseo sexual). Además de los cambios en el estilo de vida (roles, salidas, actividades), también pueden presentarse en algunas personas alteraciones en el estado de ánimo (principalmente ansiedad y depresión), complejizando su abordaje por encontrarse frente a dos o más enfermedades al mismo tiempo. 

¿Cómo apoyar a alguien a enfrentar un diagnóstico?

La llegada del diagnóstico implica elaborar el duelo por la pérdida del estado de salud que se creía tener; siendo necesario brindar espacios para reconocer y valorar las emociones que se desprenden desde el primer momento y poco a poco, poder aceptar la presencia de la enfermedad. 

En la medida que el paciente y su red de apoyo conozcan en qué consiste el diagnóstico, cuáles son las opciones de tratamientos existentes para su caso particular y conozcan al equipo médico, el proceso de afrontamiento estará mejor encaminado.

Tomando en cuenta los diversos cambios que influyen en la salud física y mental del paciente, se hace indispensable contar con un equipo interdisciplinario, que ofrezca una atención integral al paciente y sus cuidadores, dando especial atención a sus emociones.

El paciente y la familia necesitan sentirse escuchados y contenidos a lo largo de todo el proceso. De esta manera podrán afrontar la incertidumbre y construir un camino que les permita avanzar un día a la vez.