¿Cómo Proteger Mi Mente del Coronavirus?

Lavado de manos, aislamiento social y responsabilidad física. Ya todos conocemos la manera en que podemos proteger al cuerpo del coronavirus. Pero ¿conocemos cómo podemos proteger la mente también?

En esta última semana, hemos visto varios videos sobre cómo se han comportado las personas en los supermercados y en las redes sociales. Muchos piensan que es por falta de información. Pero, entre profesionales de salud mental, con frecuencia hemos identificado otro detonante: la ansiedad.   

¿Qué es la ansiedad?

Imagina que dentro de ti existe un sistema de alarma.  Al acercarse alguna amenaza, esta alarma detecta su presencia y enciende luces. Activa sus sirenas y envía soldados a todo el cuerpo con la misión de tomar una acción para sobrevivir:  pelear o huir.  

Una vez la amenaza está lejos, el sistema de alarma retira sus soldados y se queda en reposo, por lo que la mente y los músculos pueden volver a relajarse.  Sin embargo, cuando se percibe una amenaza por un tiempo prolongado, los soldados hacen guardia día y noche, en estado de alerta, sin darle oportunidad a la mente y al cuerpo de descansar, y hasta volverse hipersensitivo.

Es decir, que estímulos más pequeños pueden activar la alarma. Es en ese punto donde experimentamos ansiedad.  

¿Cuál es la relación entre el Coronavirus y la ansiedad?

Si tomamos el ejemplo del Covid-19 como esta amenaza, podríamos ver que las alarmas de muchos han estado encendidas desde hace cuatro meses, o al menos, varias semanas. Especialmente, aquellos con familiares que corren mayores riesgos.

 Y es que se trata de un virus que se mueve de país en país con pasos impredecibles, que se esparce sin mesura en corto tiempo, y que, aunque haya existido otros fenómenos con características similares, la exposición que ha tenido en los medios nos ha hecho creer que es una situación sin precedentes.

Además, toda la información, desinformación, memes, preguntas, opiniones y cancelaciones de actividades que llegan a nuestras manos con cada notificación de nuestro celular (nuevas o repetidas), incrementan el motor que está por debajo de todo este sistema de supervivencia: el miedo.  Entonces, tenemos en la mente menos espacio para tomar control y decirles a los soldados: “Muchas gracias, no necesito tantos. Se pueden retirar”. 

Según un reporte de la OMS, 1 de cada 5 personas se ve afectada por ansiedad o depresión durante situaciones de emergencia. Algunos síntomas incluyen: preocupación excesiva, inquietud, dificultad para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular, dificultad para dormir, sentir temor constantemente, entre otros. Y afecta todos los planos de nuestra vida: personal, profesional, familiar, físico y mental.

¿Qué podemos hacer para manejarla?

La buena noticia es que existen acciones que sí están bajo nuestro control, que nos pueden ayudar a reducir la ansiedad en estos tiempos y a enviar un mensaje adecuado a nuestros hijos sobre cómo manejar el estrés.

Estas son algunas recomendaciones básicas y saludables para estos días en que estamos en casa:

  • Habla con alguien:  Existe la idea de que controlar las emociones negativas consiste en no pensar en ellas, y mucho menos, hablarlas.  En realidad, este mecanismo es similar a tratar de nadar mientras mantienes una pelota de playa bajo el agua.  Es posible, pero requiere de mucho esfuerzo e impactaría tu desempeño. Además, eventualmente, la pelota saldrá a la superficie, pues nadie puede permanecer en el agua por siempre.  Esta idea de callar puede agravarse por los muchos mensajes que recibimos sobre no entrar en pánico, y quizás tenemos vergüenza de lo que sentimos.  Si esto influye en que te desahogues, quizás te ayude saber que una cosa es sentir pánico y otra es actuar en pánico. Para no actuar lo que sientes, busca a alguien de confianza con quien compartir tus miedos, y dile cómo quieres que ayude. Se vale pedirle que tan solo te escuche.
  • Limita tu tiempo en el celular: “Cada vez que mi celular suena ya sé de qué se trata”, me dijo una amiga esta semana.  Establece un horario para mirar el celular y síguelo. 
  • Solo confía en información oficial:  Si no conoces la fuente, o si esta no es confiable, no creas en ese mensaje. De igual forma, evita reenviar este tipo de cadenas. 
  • Sigue las recomendaciones oficiales:  Siguiendo las recomendaciones generales del MINSA, ya estás cuidando de ti y de los demás. 
  • Busca espacios relajantes:  Desconéctate temporalmente de este problema haciendo algo que disfrutes en tu casa, ya sean juegos con tu familia, leer los libros que tenías pendiente, hacer ejercicios, o comenzar algún proyecto que tenías en mente.  
  • Limita el alcohol y la cafeína:  El exceso de estas sustancias aumentan los niveles de algunos neurotransmisores en el cerebro que causan y empeoran la ansiedad.  
  • Recordar que “el cielo azul siempre está ahí”:  Hace un tiempo aprendí la siguiente analogía para manejar la ansiedad: Usualmente preferimos vivir bajo un cielo azul, soleado y despejado, en vez de experimentar situaciones que asemejan días lluviosos y tormentas.  Pero, como no podemos controlar el tiempo y a veces nos toca pasar días bajo la lluvia, tengamos en mente que el cielo azul siempre va a regresar, porque siempre está allí.  Solo hay que esperar que pase la tormenta.  

Indudablemente, vamos a sentir ansiedad. Pero, quizás, si la reconocemos y manejamos adecuadamente, podremos sobrevivir esta situación sin causar también una pandemia de salud mental. 

Por: Mgtr. Solymar Dolande, Psicoterapeuta y Miembro de Fundación Relaciones Sanas