Escrito por: Maria Sofía Pinzón, Psicóloga @msofiadelourdes
El tercer domingo de julio se celebra en Panamá el Día del Niño, fecha en la que aprovechamos para agasajar a nuestros pequeños procurando compartir tiempo de calidad con ellos, haciéndoles sentir nuestro amor y presencia en sus vidas.
Y por qué no aprovechar esta celebración para reencontrarnos y conectarnos con nuestro niño interior, dejándonos contagiar de la creatividad, inocencia, espontaneidad e ilusión de los más pequeños.
Cuando somos niños, anhelamos ser grandes e independientes, pero no somos conscientes de lo que eso significa. Nos esforzamos tanto por ser adultos, que al crecer nos olvidamos de ese niño (a) que alguna vez fuimos.
Hagamos un alto para reflexionar sobre ¿qué podemos aprender de los pequeños?
Resulta interesante descubrir todo lo que nos pueden enseñar, les comparto siete aprendizajes que a lo largo de mi vida he recibido de los niños:
- Encontrar un nuevo significado a la vida, al reconocer que cada día representa una nueva oportunidad para tomar riesgos, equivocarnos y aprender.
- Expresar nuestras emociones, recordando que no está mal llorar y sacar eso que nos hace sentir tristes.
- Preguntar y pedir ayuda si no sabemos algo.
- Construir nuestra mejor versión, siendo congruentes con lo que hacemos y decimos para guiarlos y ser su ejemplo.
- Concentrarnos en el presente y vivir un día a la vez.
- Ser felices admirando los detalles más simples.
- La importancia de perdonar (y perdonarnos).
Celebremos a nuestros niños, permitiéndoles vivir cada una de sus etapas en tiempo correcto, rodeados de amor y respeto. Disfrutemos la hermosa aventura de acompañarlos en el descubrimiento de todo lo que los rodea, conteniendo y validando sus conductas, pensamientos y emociones. ¡Les aseguro que no se arrepentirán!