Escrito por: Jennifer Boutet de Restrepo, Psicóloga y Voluntaria de La Fundación Relaciones Sanas @edugrowthpanama
Dedicado a los amigos de hoy, de ayer y de siempre…
«Con amigos los hombres están más capacitados para pensar y actuar». Aristóteles
Aristóteles, ( 384 AC-322 AC) filósofo griego dedicó su atención a la amistad, considerándola como esencial para la vida. Define la amistad perfecta como una relación desinteresada y recíproca.
Somos seres sociales y los lazos de amistad nos brindan sentido de pertenencia, apoyo emocional, aliento durante los momentos difíciles. Nos permiten liberar el estrés cotidiano a través de juegos en la infancia y risas e historias durante la adolescencia y la edad adulta.
La amistad verdadera es desinteresada y los verdaderos amigos valoran nuestras virtudes y aceptan nuestros defectos. Los vínculos de amistad nos nutren a través de la vida y en diferentes formas a través de nuestras diversas etapas.
Los amigos a lo largo de la vida
Durante la infancia
Tal vez podrás recordar largas horas de juegos con tus amigos de infancia y es posible que tengas la bendición de tener algunos de estos a lo largo de la vida.
Nuestros primeros amigos son nuestros hermanos(as), primos(as), vecinos(as) y esta red va aumentando cuando vamos a la escuela. Las relaciones que tenemos con nuestros amigos de infancia sirven de laboratorio para nuestras relaciones futuras. Nos enseñan la importancia de compartir, el respeto, solución de conflictos, etc.
Estudios de Jean Piaget sobre el desarrollo cognitivo demostraron la importancia de las interacciones sociales en el aprendizaje y la comprensión del mundo. Es importante que los adultos fortalezcan las interacciones sociales de niños y niñas desde la primera infancia.
Durante la adolescencia
Algunos amigos se unen en la adolescencia, donde los vínculos se vuelven intensos, ya que una de las tareas de esta etapa es establecer relaciones significativas con pares.
Las amistades sanas durante la adolescencia nutren, brindan sentido de pertenencia y ayudan a fortalecer la salud mental durante una etapa de cambios físicos, emocionales y cognitivos.
Es común ver a grupos de amigos de adolescentes con los mismos estilos de ropa, peinados, tendencias musicales. Es posible que recuerdes a través de fotos, música y recuerdes la importancia y la prioridad que tus amigos adolescentes tuvieron en tu vida.
Vida adulta
En la vida adulta, luego de aprender y cultivar amistades, nos damos cuenta que los amigos no tienen que ser muchos, sin embargo la calidad de las relaciones es lo más importante.
En la transición hacia la adultez, nos vamos llenando de responsabilidades, roles y nacen otras relaciones. El contacto con los amigos suele bajar con relación a la infancia y la adolescencia. Lo importante aquí es saber que los amigos están allí y cultivar estas amistades en la medida de lo posible. Esto a través de encuentros casuales y el uso de la tecnología para mantener el contacto. Algunos viven en tierras lejanas, sin embargo los lazos se mantienen a través de la tecnología. Muchos de los amigos de la vida adulta están presentes de diferentes formas.
Durante la edad adulta, los amigos están en los momentos más felices como el nacimiento de los hijos, celebraciones y en las más difíciles etapas como durante enfermedades y duelos que se nos presentan en el tiempo. Sabemos que los podemos abrazar físicamente o con un mensaje de voz o texto o una llamada telefónica.
Algunas amistades son pasajeras y otras duran toda la vida.
Independientemente del tiempo que duren, cumplen un propósito. Ayudarnos a crecer, acompañarnos en momentos difíciles, crear espacios para disfrutar, reír y aprender.
Como todas las relaciones, las amistades son frágiles y requieren algo de tiempo y cuidado.
Aquí algunas características de una amistad sana:
• Deben ser recíprocas tomando en cuenta las necesidades y capacidades del otro.
• Capaces de resolver diferencias y conflictos.
• Aceptar al otro tomando en cuenta de que la amiga o amigo perfecto no existen. Es importante conocer las limitaciones y virtudes como parte integral del ser humano.
• Mantener el contacto en la medida de lo posible. El nivel de contacto con las amistades es dinámico en las diferentes etapas de la vida.
• Tener como base el respeto tomando en cuenta las necesidades y capacidades de nuestros amigos, manteniendo la reciprocidad.
Te invito a reflexionar, ir atrás en el tiempo, mirar quienes fueron y son los amigos en tu vida. Hazte estas preguntas: ¿Qué aprendiste de estas relaciones y cómo han contribuido a tu vida?