Cinco mitos sobre las parejas

Mgtr. Solymar Dolande de Mejia |

1 Las parejas deben pasar todo el tiempo juntas.

Falso. Es importante que cada uno tenga un espacio para sí mismo, lejos del otro de manera ocasional. Esta lejanía puede traer beneficios para ambos que pueden ser sorprendentes: Por ejemplo, estar lejos de tu pareja a veces puede hacer que aprecies más su presencia cuando vuelvan a estar juntos. También te da la oportunidad de fortalecer tu individualidad y tus intereses; y finalmente, puedes aprender a disfrutar el estar solo contigo mismo y a no necesitar excesivamente la compañía de otro para sentirte bien.

2 Los celos son una señal de amor verdadero.

Falso. Los celos provienen del temor de perder al otro y esto puede llevar a concluir que se trata de amor verdadero. Pero en realidad se trata de una comparación que está haciendo el o la celosa entre sí mismo (a) y un tercero. Una comparación en donde él o ella siente que sale perdiendo, y donde este tercero puede quedarse con su pareja. Entonces, no se trata de amor en sí, sino de una falla en la autoconfianza del celoso (a). Los celos pueden dañar una relación cuando se convierten en una vigilancia obsesiva sobre lo que hace, dice, ve, piensa y escribe la pareja, llevándolo a perder su espontaneidad y libertad. Lo ideal es que ambos en la pareja tengan su fuente de autoconfianza dentro de sí mismos, y no que dependan exclusivamente de la reafirmación del otro.

3 Una pareja feliz debe tener sexo al menos tantas veces a la semana.

Falso. No hay una respuesta correcta sobre la frecuencia con la que una pareja debe tener sexo, ya que la vida sexual de cada una varía según la edad, estilo de vida, la salud de cada uno, la calidad de la relación y la etapa por la que están pasando juntos. Lo importante no es decidir la cantidad de veces que tendrán intimidad, sino poder conectarse con las necesidades de cada uno, sus deseos y posibles barreras que les dificulten la cercanía, para así dejar fluir naturalmente su propio ritmo y frecuencia.

4 Mi pareja debe ser la fuente de mi felicidad.

Falso. La felicidad de uno no depende de otras personas. Es necesario sentirse satisfecho consigo mismo (tener buena autoestima) para encontrar esa felicidad interna y poder compartirla con la pareja. Si una persona cree que su pareja debe velar por su felicidad, tendrá un compañero que vivirá sintiéndose culpable cada vez que algo salga mal. Por el contrario, si la persona se da cuenta de que su felicidad no depende de su pareja, entonces seguirá sintiéndose bien aunque el otro cometa errores y lo podrá perdonar con mayor facilidad.

5 La pasión y emoción que existe al principio de la relación debe mantenerse igual por siempre.

Falso. Cuando nos enamoramos, creemos que esos sentimientos durarán por toda la eternidad y pensamos que debemos mantener la magia por siempre.Pero la realidad es que las personas, los sentimientos, los sueños y la vida misma cambian, y es importante que ese amor también se transforme y madure para poder tolerar los retos de las siguientes etapas de la relación. Es comparable a las experiencias de tener un hijo: Primero crees que de recién nacido es la mejor etapa. Luego, cuando ya puede decir “mamá” y “papá”, crees que esa es la mejor. Pero luego, ya puede caminar y correr, y mientras disfrutas corretearlo un día en el parque escuchando su risa, piensas: “no, esta es mi etapa favorita”. Las parejas que sobreviven la disminución de aquella fantasía del inicio logran disfrutar también las siguientes etapas, aunque sean diferentes.