Por: Edgar Valderrama, psicólogo (@psicedgarv)
La flexibilidad emocional tomando el rol de salva vidas.
En el trayecto de la vida, como seres humanos tendremos la tarea de enfrentarnos a una oleada de cambios, transiciones y experiencias nuevas, que pueden generar crisis o también ser magnificas oportunidades de crecimiento en cualquier área de nuestra vida. Para comprender mejor el contexto de este tema, recordemos algún momento donde nos tocó, de manera drástica, adaptarnos a una temperatura externa diferente a la que estábamos acostumbrados, la razón pudo ser un viaje o vivir en otro país, sin embargo, nuestro cuerpo tuvo que pasar por un proceso de adaptación que requirió; tiempo, paciencia y nuevos hábitos, hasta lograr disfrutar plenamente de lo que sucedía allá afuera.
En definitiva, la flexibilidad emocional es una capacidad que como seres humanos podemos cultivar, desarrollar, fortalecer y aplicar en situaciones de cambios, especialmente si tienen una carga emocional muy fuerte, la cual sea difícil de lidiar y que amenace nuestra estabilidad física y psicológica.
Es importante aclarar, que las emociones son reacciones psicofisiológicas con carácter adaptativo que surgen cuando una persona percibe un estímulo que considere importante, es decir, las emociones nos ayudan a movilizar acciones determinadas, para amoldarnos a la circunstancia presente. Ser flexibles emocionalmente, nos permite adaptarnos de forma más saludable a una situación que nos impacte de forma abrupta y al mismo tiempo protegernos.
Cuando aparecen situaciones como lo pueden ser; una ruptura amorosa, el fallecimiento de un familiar, un despido laboral, la actual pandemia, etc. El aplicar esta habilidad nos ayudará a identificar claramente las emociones que nos estén dificultando nuestra respuesta adaptativa, como también esclarecer las emociones que si permitirán de forma eficaz dar una repuesta sana tanto para la persona como también para su red de apoyo cercana.
Se debe recalcar que, el ser flexibles no significa reprimir o prohibirnos sentir las emociones que emerjan en un preciso momento, ya que es algo que al primer instante será complejo controlar, y por esa razón se debe validar y respetar cada emoción para dar con una respuesta a favor de la solución que queremos lograr. Algunas características importantes de la flexibilidad emocional es poder disminuir las probabilidades de sentir culpa y al mismo tiempo de poder poco a poco desprendernos de las cosas pasadas y que quizás estamos arraigados y se nos hace difícil soltar, por consecuencia, presentamos mucha resistencia al cambio.
La flexibilidad emocional, nos podrá servir en reiterados momentos como un salva vidas que está cerca y del cual podemos disponer, con el objetivo de llevarnos a un lugar donde nos sintamos cómodos, protegidos y con una capacidad más lucida de poder tomar mejores decisiones conforme al propósito que queremos obtener.
Tres maneras de desarrollar progresivamente y de forma saludable la flexibilidad emocional.
Validar nuestras emociones y darles el tiempo que requiere.
- Cada emoción posee una carga de intensidad diferente, por ende, cada una necesita ser validada de forma consciente.
- Respetar nuestro proceso, evitar la comparación con otras personas y tratarnos con amabilidad y amor nos ayudara a darnos el valor y la importancia que merecemos.
- No te apresures en “dejar de sentir esto”, el sentir cada emoción trae consigo una puerta a un nuevo aprendizaje.
Anclarnos de una experiencia pasada donde hayamos tenido un resultado positivo.
- Recuerda de manera consiente un momento similar del cual puedas traer a memoria recursos útiles.
- Crear nuevos hábitos para desarrollar herramientas diferentes a partir de las experiencias pasadas. Es decir, nuevos caminos o atajos.
Cultivar una actitud que promueva los nuevos aprendizajes, disminuir la rigidez mental y soltar lo que sea necesario.
- Siente curiosidad por las cosas nuevas que aprenderás y como podrás aplicarlas a futuro.
- Reconocer lo que nos ha costado soltar, validar el miedo que eso nos puede generar y darnos la oportunidad de permitirle la entrada a nuestra vida a cosas nuevas.