Por: Mgter. Margelis Salerno, Psicóloga Clínica
Cada día nos damos cuenta sobre la importancia del rol del padre y su paternidad demuestra la importancia que tal figura progenitora ha adquirido tanto en el interior de las dinámicas familiares como en el desarrollo psicológico del niño.
La participación activa de los padres los involucra como cuidadores primarios de sus hijos e hijas es muy importante, ya que les permite crear un bienestar infantil con un buen desarrollo social y emocional, preparándolos para tener relaciones más sanas cuando sean adultos.
El padre debe participar en la crianza del hijo o hija desde el principio, tanto en los cuidados físicos y emocionales , como en cada etapa de su crecimiento.
El padre comprometido es un referente positivo para sus hijos e hijas. Es capaz de mostrar amor y sentimientos, de tocar y abrazar, pero también de imponer el orden y una estructura estable en sus vidas.
El padre en la etapa escolar puede participar activamente en la educación de sus hijos:
- Participando en las actividades escolares
- Apoyandolo en los eventos que participe el niño o niña.
- Apoyarlo en las tareas escolares
- Explicarles la importancia del estudio, de llegar a tiempo a clases y de obedecer y respetar las reglas y normas del colegio.
- Interesarse por conocer a los amigos y amigas de sus hijos.
- Formar parte en sus trabajos y logros.
- Recompezarle el buen compartamiento y compromiso con sus deberes escolares.
Que el padre se involucre en el día a día de sus hijos, que recuerde como era cuando tenía la edad de su hijo y que se permita escucharlos atendiendo realmente a lo que le están diciendo, sin tener la sensación que debemos corregir o sermonear, genera que se fortalezcan los vínculos de amor, respeto, confianza y exista una mayor conexión entre ellos y crear un apego más seguro con él y con su madre y proporciona a la niña o el niño la capacidad de adaptarse al medio y establecer relaciones adecuadas consigo misma y con las personas.