Por: Marialejandra Delgado, Psicóloga @psic.mariadeladn
Reflexionando sobre este tema, pienso en uno de los mitos más frecuentes de la prevención del suicidio: Hablar del suicidio es una mala idea y puede interpretarse como estímulo, lo cual es totalmente falso, ya que la mayoría de las personas que contemplan el suicidio no saben con quién hablar. En lugar de fomentar el comportamiento suicida, hablar abiertamente puede dar a una persona otras opciones o tiempo para reflexionar sobre su decisión, previniendo así esta conducta.
Crear esperanza a quien está desesperado puede ayudar a prevenir el suicidio. Realmente, no es una tarea sencilla; hace falta llegar a la raíz de las situaciones que llevan a este desenlace. En la actualidad, surgen muchas interrogantes y una de ellas es ¿Cuál es el papel beneficioso o perjudicial que desempeñan las redes sociales en la prevención?
Tiene mucho que ver con el lema de este año: Crear esperanza, a través de la acción y es que “Hablar del suicidio significa hacer debates argumentados, salir a los medios de comunicación diciendo que prevenible, que podemos trabajarlo, que se puede generar esperanza en personas que ahora mismo están desesperadas”, Revista Cuídate Plus, 2023.
Por ello, lo más importante para utilizar las redes sociales de manera responsable en beneficio de la prevención, consiste en que el suicidio debe ser entendido como un fenómeno multidimensional que debe ser tratado desde diferentes ámbitos, comienza a considerarse como un problema social, y no únicamente un problema de salud mental. Y es entonces cuando las redes sociales se presentan como una herramienta de prevención de las conductas suicidas. Para ello, una tarea básica es la alfabetización en suicidio a través de este medio de comunicación, y es que el lenguaje construye realidades.
¿Por qué alfabetización en la prevención del suicidio?
El diario Tiempo, realizó una investigación en el 2012, luego que el mundo se conmocionó con el testimonio de Amanda Todd, una adolescente canadiense que antes de acabar con su vida subió a YouTube un video explicando el porqué de esta decisión, lo cual se vinculaba con que estaba siendo víctima de ciberacoso. El video de Amanda, de 16 años, fue dejado en la plataforma, por decisión de su madre, para generar un recordatorio sobre la gravedad de las violencias digitales y la problemática del suicidio. También existieron publicaciones de videos en vivo, en el que se transmitían conductas suicidas, que llegaron a miles de reproducciones en cuestión de segundos. Para hacer frente al tema, las redes sociales han buscado actuar de forma preventiva.
Una de ellas se asocia con las plataformas Facebook e Instagram, ambas vinculadas. Facebook, ofrece un Centro de Prevención del Bullying, que fue creado en colaboración con el Yale Center for Emotional Intelligence, para brindar información a padres, educadores y adolescentes con recursos específicos para enfrentar el ciberacoso. También, cuenta con tiene una Página de Prevención del Suicidio en el Centro de Seguridad, el cual fue desarrollado en conjunto con expertos y especialistas en salud mental desde 2006, contiene información para las personas en búsqueda de apoyo, para quienes quieren ayudar a familiares, amigos o conocidos, y otros recursos. La idea es brindar recursos con los que apoyar a las personas en situación de estrés emocional, en riesgo de suicidio o de autolesión.
Por otra parte, Instagram, propiedad de Facebook, cuenta con un recurso similar. En julio de este año, la red social actualizó su algoritmo y fortaleció sus filtros de comentarios ofensivos. De esta forma, los comentarios que ataquen directamente la apariencia o el carácter de una persona o las amenazas para su bienestar son bloqueados automáticamente.
Mientras que, YouTube, la plataforma de video de Google, tiene un apartado de seguridad especializado en suicidio y autolesión. La plataforma invita a ‘marcar’ contenido en el que alguien muestre tendencias suicidas o se esté autolesionando. Dentro de los recursos de seguridad de la firma, existe un apartado profundo con recomendaciones para padres de familia para llevar hábitos de navegación saludable y promover entornos más seguros.
La tecnología salva vidas
La tecnología puede ser en estos casos el ingrediente clave que contribuye a la prevención, puesto que permite psicoeducar, desestigmatizar y, sobre todo, ofrecer ayuda accesible y cercana para combatir este problema de salud pública, que permita: “Construir una vida que valga la pena vivir”, Dra. Marsha M. Linehan.