El juego en los niños: ¿necesidad o baladí?

Por: Emilia Smith, Psicóloga y Voluntaria
El valor del juego ha ido cambiando a lo largo de la historia. Antes, resultaba una prioridad poseer espacios libres para pensar y jugar. Poco a poco, ha quedado rezagada la importancia del juego en el diario vivir. El apresuramiento parece primar sobre el esparcimiento, tal como la búsqueda del éxito en cada una de nuestras acciones. En consecuencia, los niveles de ansiedad y estrés, en niños y jóvenes, se han disparado.

Por otro lado, el uso de las pantallas por encima del juego libre físico, ha pasado factura. No solo en la calidad del proceso de aprendizaje de nuestros pequeños, sino también en la manera en la que se relacionan, sin dejar a un lado el creciente impacto sobre el desarrollo de la motricidad fina y gruesa, tal como en su capacidad de autorregulación.

Considerando los puntos antes mencionados, permanece la duda: ¿es el juego una necesidad para el desarrollo? Rodriguez y Trasancos (2016), definen al juego como una “fuente de aprendizaje que fomenta la acción, la exploración, la investigación y la expresión”. El juego, por más que se quiera negar, no es un agregado en nuestro diario vivir, es una actividad inherente al funcionamiento del ser humano. Las personas, constantemente buscan formas de acercarse al mundo de maneras diversas
y gratificantes, es decir, generan <<juego>> en cada una de sus interacciones.

A través del juego, se potencia la capacidad de autorreflexión, la imaginación, la creatividad y la empatía. En dinámicas grupales, nos enseña a respetar el turno, a comunicarnos y resolver conflictos con mayor seguridad. Además, es una práctica que nos prepara para enfrentar situaciones futuras estresantes y aliviar las tensiones del ahora.

Para acercarnos a eso llamado <<juego>>, hace falta explorar alternativas en nuestro cotidiano vivir. De este modo, siendo flexibles, reflexionemos: ¿qué podemos hacer diferente?

1. Adulto y cuidador, puedes intentar sacar tiempo para jugar con tus hijos. Aprovecha este espacio para descubrir sus intereses y escuchar sus sentimientos. Encontrarás grandes tesoros que cultivarán relaciones estables.
2. Maestro de maternal y preescolar, puedes tener en mente crear espacios de aprendizaje junto a tus estudiantes, validando sus despliegues de originalidad y sus emociones en el recorrido.
3. Psicopedagogo, puedes insistir sobre la importancia del juego y el aprendizaje lúdico dentro de la planificación para el estudio de tus alumnos, reconociendo sus propios ritmos y habilidades en su proceso de maduración.
4. Pediatra, puedes recomendar el juego libre en cada revisión de salud física y mental que te llegue a consulta. Invita a la curiosidad de los cuidadores primarios.
5. Psicólogo, puedes psicoeducar a los cuidadores primarios sobre el rol del juego en el desarrollo de los pequeños a nivel biopsicosocial.
6. Ser humano, ¡no olvides a tu niño interior! Cuídalo y abrázalo, que será tu gran puente para una vida llena de amor y de trabajo.