Escrito por: Kyo-sai Nieves, psicóloga @psi.kyosainieves
La llegada de un bebé puede evocar muchas emociones, más aún cuando se está acercando las fechas próximas a su nacimiento. Una de las emociones que puede sobresalir es la incertidumbre; esa preocupación hacia el futuro que se ve representada en grandes incógnitas como: ¿lo cuidaremos bien? ¿lograré dormir? ¿Habrá alguna dificultad? entre otras inquietudes que se pueden tener.
Lo más tranquilizante es que, esta preocupación es normal, principalmente si los padres son primerizos. Quizás cuando esperan al segundo bebé puede que la ansiedad disminuya un poco, pero surgen nuevas preocupaciones asociadas a este gran cambio en la familia.
¿Qué se esconde detrás de la ansiedad?
Existen múltiples razones por la cual puede surgir la ansiedad. Es importante poder observar y explorar con mucha curiosidad de dónde y porqué nace esta ansiedad. Ya que nos está tratando de comunicar algo que necesitamos. Sin embargo, los futuros padres o cuidadores tienen un propósito en común, desean dar lo mejor de ellos mismos en esta nueva etapa.
Ambos comparten el deseo de que el bebé reciba un espacio seguro, contenedor, donde se pueda crear un vínculo seguro con sus cuidadores. Para que esto ocurra, se tiene en mente brindar un ambiente saludable, supliendo todas las necesidades que requiera y todo el cariño posible. Pero en muchas ocasiones esto se puede sentir abrumador ya que implica también una gran responsabilidad.
Estas preocupaciones referentes al futuro con nuestro bebé son comunes, pero debemos estar pendientes cuando estas se intensifican y crean un malestar emocional que afecta nuestro diario vivir. Algunas de estas señales serían:
- Preocupaciones excesivas
- Temor
- Pérdida o aumento de apetito (más de lo habitual)
- Dolores de cabeza
- Pérdida de concentración
- Mareos o taquicardia
- Pensamientos intrusivos
- Dificultad para conciliar el sueño entre otros
Si identificas algunas de estas señales y estas se mantienen por un período continuo de tiempo, es decir por más de 3 semanas o un mes, lo ideal sería poder comentarle a tu doctor o buscar ayuda de un profesional idóneo de salud mental.
El poder de cuidar al que cuida
Ambos padres necesitaran estar tranquilos para poder disfrutar de esta etapa, teniendo en cuenta que no necesitan ser perfectos, solamente lo suficientemente buenos en el cuidado y crianza de este nuevo integrante. El rol del padre o compañero (a) es muy importante ya que, le puede transmitir seguridad y tranquilidad a la madre para que pueda llevar el resto del embarazo de una manera más saludable. Si la futura madre está experimentando estrés y ansiedad al extremo puede que haya complicaciones durante o después del embarazo, por citar algunos ejemplos: parto prematuro, bajo peso al nacer, preeclampsia entre otras complicaciones.
Les compartimos algunas recomendaciones que pueden ayudar, tanto a la madre como al padre a disminuir la ansiedad, si los síntomas persisten lo ideal es buscar ayuda de un profesional de la salud mental:
- Red de apoyo social: tener un espacio con amigos (as) y seres queridos donde se pueda conversar sobre esas inquietudes, experiencias y temores que se presentan por la llegada del bebé.
- Conversar con la pareja: platicar sobre cómo dividirán las tareas del hogar, qué estilo de crianza desean inculcar, pensar en los diferentes escenarios que se enfrentarán con la llegada del bebé.
- Clases o talleres prenatales: A través de estas clases y talleres podrán adquirir herramientas para saber que esperar el día del parto y el cuidado que debe tener el bebé.
- Autocuidado: mediante la técnica de respiración se logra conseguir la calma, este ejercicio prepara a la madre para el parto, escuchar música, disfrutar de una ducha o salir a caminar.
Si este artículo despertó curiosidad o surgieron preguntas, les recomiendo asistir al conversatorio virtual que tendremos el 10 de agosto, si están interesados pueden escribir apego@fundacionrelacionessanas.org o chatearnos al 6987-2398.