Por: Mgter. Daphne Macías, Psicóloga Clínica y ex Coordinadora del Programa de Vida Escolar Sana
En terminos de ingenieria y construcción, la estructura es todo lo que sostiene a cualquier edificación, además que previene y se asegura que la misma no se venga abajo ante la amenaza de agentes externos como lo puede ser una tormenta o movimientos sismicos por ejemplo. Se sabe que para que una edificacion sea segura, sus bases y estructuras tienen que ser lo más sólidas posibles; tienen que estar bien diseñadas, construidas y cimentadas.
Ahora pensemos en esto y cómo podemos traducir esos mismos principios para cuando nos referimos a crear estructura en niños. Es exactamente igual. La estructura viene siendo esa formación y acompañamiento que los adultos o cuidadores primarios responsables del niño le dan a lo largo de su crecimiento.
Siempre ha existido un debate sobre si crear una estructura es algo que le pertenece unicamente a la formación en casa o es algo que le corresponde unicamente a educación en escuelas. Aquí me gustaria que volvamos a pensar en el ejemplo de los edificios y la estructuras. La formación y educación en casa, es decir, los padres o cuidadores primarios, vendrían siendo esa estructura fundamental para cada niño.
Ahora, ¿de qué está conformada esa estructura? Principalmente de enseñar valores cómo el respeto y la empatía. Con el respeto, es importante hablarles de la importancia de aceptar la diversidad, de reconocer el espacio personal y de aprender sobre los límites propios y de los demás. Con la empatía, mostarles lo que significa tomar la perspectiva del otro, el saber estar presentes sin juicio y ayudarles a desarrollar esa conciencia de cómo se sienten los demás.
Esto puede sonar muy complejo de enseñar o inculcar si pensamos en los niños más pequeños. Incluso, para algunos adultos es muy complejo trabajar con estos conceptos. Es importante recordar que los niños y niñas aprenden con los ejemplos e imitan las conductas y respuestas de sus padres o cuidadores primarios. Lo que significa que no solo nos debemos enfocar en hablarlo (de manera superficial), sino también éstas acciones y conceptos deben ser modelados. Una manera de hacerlo es a través de ejemplos o escenarios de situaciones, en donde los niños deben expresar cómo actuarían ante alguna de ellas y el padre o cuidador, pueda modelar la respuesta o reacción. Igualmente, se puede trabajar a través de historias, cuentos o canciones con la misma dinámica. Cualquier situacion por muy pequeña que sea puede ser un gran momento de enseñanza y prendizaje para los niños.
Todo esto es algo que naturalmente los niños llevarán consigo a las aulas de clases, pues es aquí donde ellos empiezan a encontrarse con el mundo real. Un niño o niña con una estructura sólida en casa, es decir, llena de valores, donde hay espacio para conversar y hablar de sus emociones, donde se practica la empatía y el respeto, es capaz de modelar estas conductas con sus maestros, amigos y compañeros de clase.
Son los valores entonces parte de estructura básica y fundamental para la crianza y el desarrollo de los niños dentro de un ambiente seguro y amoroso. Porque no solo les enseña a cómo actuar o comportarse con respeto y empatía hacia los demás, sino que también les enseña a darse cuenta de cuando su propio espacio personal o límites propios están siendo invadidos o violentados.