Las buenas acciones y la vulnerabilidad

Por: Mgter. Rebeca Abouganem, Psicóloga Clínica

La vulnerabilidad, la explica Brene Brown como el exponerte a una situación desconocida, cómo esa la acción que debes tomar, que no sabes cual podría ser el resultado, pero sabes que es una acción que debes realizar.
Son estas pequeñas, pero enormes oportunidades donde tienes que ser lo más valiente posible para mostrarte, sin aun saber cuál puede ser el «outcome» de todo.

Pone varios ejemplos de lo que es ser vulnerable y cómo la ha ayudado a ella en su vida y así, enlista varios:

  • Es el hacer planes de vida con alguien que tiene una enfermedad terminal
  • Es la primera cita luego de un divorcio
  • Decir te amo primero
    Todos estos ejemplos pueden sonar algo que tal vez no tenemos que necesariamente vivir, pero a la misma vez sí. Otros ejemplos que pienso y que puede que todos los vivamos sin importar nuestras circunstancias de vida son:
  • Ir a una entrevista de trabajo
  • Mudarte a un lugar o país nuevo
  • Un primer beso
  • Empezar un emprendimiento
    y la lista sigue.

Lo importante de la vulnerabilidad es que nos hace estar en contacto con quienes somos en realidad y con lo que damos. El ser vulnerable nunca está lejos del ser valiente, son sinónimos. Sin una no tienes a la otra.
Es aquello que nos hace tener relaciones sanas y duraderas. Las personas somos seres sociales, necesitamos de las personas para nuestra sobrevivencia, pero solo siendo vulnerable es que podemos crear unas relaciones sólidas y sanas.

¿Ahora, se preguntarán qué relación tiene esto con las buenas acciones?

Hace poco conversaba con una colega y llegamos a la conclusión de que las buenas acciones empiezan con uno mismo y de ahí uno tiene la capacidad de poder voltearse para ayudar a otros. Es como en los aviones cuando te dicen que te pongas la mascarilla antes de ayudar a otro.
Uno tiene que estar lo suficientemente bien para poder ayudar y dar la mano amiga a la persona que lo necesite.

Todo esto va de la mano con la vulnerabilidad. La misma te lleva a crear relaciones seguras y sanas. Solo sabiendo que eres capaz de amar a una persona sin una seguridad de nada, es algo plenamente hermoso y real.

Las buenas acciones empiezan con uno mismo, con uno viéndose al espejo y tratando de darse amor.
Hace poco vi un estudio que se hizo sobre 5 mujeres que les pidieron que hagan una lista de 5 inseguridades y cosas que «odiaban» de ellas mismas. En cuestión de segundos las mujeres completaron la lista. Se les pidió que la leyeran en alto y con dolor lo hicieron.
Luego de eso, se les pidió a las hijas, hermanas y seres queridos de estas mujeres que salieran de tras valinas (sin que ellas supieran que estaban ahí) y les dijeran esas 5 inseguridades recalcando que se referían a ellas (a las hijas y seres queridos, no a las 5 mujeres). De una vez las mujeres se negaron a decirles lo que habían escrito porque no eran capaces de lastimar de tal forma a alguien que querían tanto, a lo cual la persona del estudio dijo, ¿entonces como eres capaz de hablarte a ti de tal forma?

A veces no notamos la fuerza de las palabras en nosotros mismos, pero si en los demás. protegemos a los demás tal vez incluso más de lo que nos protegemos a nosotros mismos.

Las palabras crean vínculos, la vulnerabilidad y la valentía crea vínculos. Las buenas acciones empiezan con uno. Tenemos que conectar de la misma forma que hacemos con los demás, primero internamente, para que así, con esa valentía, podamos seguir creando vínculos sanos y que todo lo que podamos dar sean relaciones sanas, buenas acciones y buenos momentos tanto con nosotros mismos, como con los demás.
Siendo vulnerables, podemos tener buenas acciones reales y no superficiales, podemos mostrarnos y podemos crear vínculos duraderos donde siempre sabremos que el hacerlo, valió la pena.