Mi estudiante tiene una dificultad de Salud Mental: ¿Qué puedo hacer como maestra/o?

Por: Maricarmen Sánchez M. Psicóloga | Miembro del Programa Vida Escolar Sana y Sanamente.
La salud mental es un tema muy importante que ha cobrado mayor relevancia en los últimos años debido a las investigaciones y reportes, durante y después de la pandemia, aunque es un tema que ha estado presente desde mucho antes. Tenemos que mencionar que la salud mental tiene un lugar fundamental en el ámbito educativo. La mayoría de los niños/as y adolescentes de premedia y media pasan gran parte de su rutina diaria en un centro educativo.
Como maestros/as y profesores, es importante que estemos preparados para identificar y apoyar a estudiantes que puedan estar enfrentando condiciones de salud mental porque a diferencia de los síntomas o condiciones de salud física las condiciones de salud mental pueden llegar a pasar desapercibidas por el entorno y en ocasiones malinterpretadas como conductas de rebeldía y desinterés, sobre todo en los adolescentes.
Por lo tanto, si un estudiante presenta una condición de salud mental, es importante que seamos conscientes de que esto puede afectar su rendimiento académico y su comportamiento en el aula, así que antes de poner una etiqueta a la conducta y/o juzgar, los invitamos a que miremos con curiosidad los diversos cambios anímicos y conductuales del estudiante.
Sabemos que no es tarea fácil, por eso es esencial que estemos preparados para abordar estas situaciones de manera efectiva desde la curiosidad e interés por querer apoyar. Te compartimos siete recomendaciones sobre qué hacer si un estudiante presenta una condición de salud mental en el aula:

  1. Familiarizarse con los cambios conductuales y anímicos: Es importante que los maestros y profesores estén atentos a los cambios repentinos y constantes en sus estudiantes y que antes no eran comunes. Al conocer estos cambios, podremos identificar más fácilmente cuando un estudiante necesita ayuda. Algunos de estos síntomas incluyen:
    • Cambios en el comportamiento o el estado de ánimo, como irritabilidad, tristeza o aislamiento social.
    • Problemas para concentrarse o prestar atención en clase.
    • Cambios en los patrones de sueño o alimentación.
    • Preocupaciones o miedos inusuales o excesivos.
    • Comportamiento impulsivo o autodestructivo.
  2. Hablar con el estudiante: Si un estudiante está experimentando problemas de salud mental, es importante hablar con él o ella de manera respetuosa y empática. Asegúrese de hacerle saber que está allí para ayudar y apoyarlos. Pregúntele cómo se siente y escuche atentamente sus respuestas.
  3. Busca apoyo en recursos y profesionales: Si un estudiante presenta una condición de salud mental, es importante buscar recursos adicionales que puedan ayudar en el manejo de la situación. Hable con los consejeros escolares, psicólogos del colegio o profesionales de la salud mental en la comunidad para obtener orientación y apoyo.
  4. Comuníquese con los cuidadores: Es importante informar a los padres o tutores si un estudiante presenta una condición de salud mental. Comuníquese de manera confidencial y compasiva, proporcionando información precisa y detallada. Trabaje en colaboración con los padres o tutores y los profesionales de la salud mental para garantizar que el estudiante reciba el apoyo adecuado tanto en la escuela como en casa.
  5. Cree un ambiente de apoyo: Es importante crear un ambiente de apoyo en el salón de clases para todos los estudiantes, incluyendo aquellos con condiciones de salud mental. Fomente un ambiente de inclusión y respeto, y hable con los estudiantes sobre la importancia de apoyarse mutuamente.
  6. Sea flexible y compasivo: Al trabajar con un estudiante que presenta una condición de salud mental, es importante ser flexible y compasivo. Reconozca que el estudiante puede estar lidiando con desafíos únicos y brinde apoyo en lugar de castigo o crítica.
  7. Derivar a un profesional de la salud mental: Si sospechamos que un estudiante está lidiando con problemas de salud mental, es importante derivarlo a un profesional de la salud mental lo antes posible. Podemos trabajar con los padres y la escuela para ayudar a encontrar recursos y servicios que puedan ayudar al estudiante a manejar su situación.
    En conclusión, es importante que los maestros y profesores estén preparados para apoyar a los estudiantes que enfrentan condiciones de salud mental. Al estar informados, establecer una comunicación abierta, derivar a un profesional de la salud mental, proporcionar un entorno de apoyo y mantener la confidencialidad, podemos ayudar a nuestros estudiantes a sentirse seguros en el aula de clases y, al mismo tiempo, el mensaje que le transmitimos es que se encuentran en un entorno libre de estigmas y tabúes.