Por: Kyo-sai Nieves, Psicóloga
Hoy en día, tenemos muchas restricciones debido al cuidado que debemos tomar por la crisis sanitaria global. Esto, ha representado un cambio repentino en nuestra cotidianidad y estado emocional como adultos. E incluso, mucho más en los pequeños de la casa, ya que pueden estar experimentando diversas emociones y sentimientos. Entre ellos: la ansiedad.
La ansiedad es un estado emocional completamente normal. Cada uno de nosotros la experimentamos y tiene una función muy importante. Funciona como una alarma para alertarnos que estamos frente a una situación de peligro. De esta forma, nos transmiten la necesidad que tenemos de estar seguros, poder controlar una situación en particular o poder predecir la misma.
Esto mismo lo podemos ver reflejado en los niños. Y, es entendible. Han enfrentado un cambio abrupto en su rutina diaria, y la manera en la que interactúan con sus familiares y amigos. Y, esta amenaza ve representada en el virus provocando este miedo a perder algún familiar.
¿Cómo está afectando a nuestros niños?
De esta forma, es normal que se esté ocasionando una montaña rusa de emociones y sentimientos en los niños. Es posible que estén sintiendo confusión, irritabilidad, enojo, tristeza y más, porque se deben adaptar a estas nuevas modalidades de cotidianidad que no es lineal, sino que va a fluctuar durante este tiempo.
Es muy importante en estos momentos poder abrir espacios para escuchar y validar sus emociones, ponerles nombres a estas, así el niño puede identificar y reconocer lo que le sucede y logre sentirse contenido por su cuidador y seguro. Explorar su mundo interno y transmitir que puede ser una emoción incómoda pero que todos la experimentamos.
Y, vinculado a lo comentado anteriormente, hay otro cambio a lo que me gustaría llamarle “nueva modalidad”. Ya que tendremos que ir acoplándose a ella, para salvaguardar nuestra salud y la de nuestros seres queridos. Y, dentro de esta, está el nuevo uso de las mascarillas. Lo cual también puede estar produciendo diversas emociones–tanto en nosotros mismos como en nuestros hijos.
Uso de las mascarillas
Es importante delimitar las edades permitidas con el uso de las mascarillas. Según CDC, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, recomienda que los niños menores de dos años no pueden usar mascarillas ya que pueden tener complicaciones al respirar. De esta forma, solo los niños de 3 años hacia delante pueden usar mascarillas.
Aún cuando en el mercado hay diferentes tipos de mascarilla, sigue siendo un nuevo elemento. Un elemento que cubre nuestro rostro y necesitamos al momento de interactuar con el mundo exterior y puede resultar incómodo e incluso pueden asustarse.
Les comparto algunas recomendaciones que pueden ayudar que el niño o la niña de manera progresiva se vaya adaptando al uso de las mascarillas.
Abrir espacios para explorar qué tanto sabe el niño del Covid 19 y dar una breve explicación del motivo por la cual tendrá que usar las mascarillas.
Es muy importante poder tener un espacio para platicar con el niño y explorar un poco su mundo: qué es lo que sabe o se imagina de este virus, esta situación que emoción evoca en el niño. Según lo que responda el niño, vamos a dar una explicación sencilla, en su lenguaje, dependiendo de la edad del niño.
Ejemplo con un niño de 5 años:
“El Covid 19 es un virus chiquitito, que está en varios lugares y que no lo podemos ver. Ese virus puede entrar por la nariz y boca por eso hay que lavarnos nuestras las manos, evitar tocar objetos fuera de casa y usar mascarillas para no estar enfermos.”
Si es un niño más grande, hay que ser lo más sinceros sobre la situación. Explicándole por qué y que deseamos evitar, en este caso que menos personas se contagie. Todo esto se puede hablar con positivismo, empatía y amor propio.
Por ejemplo:
“Si todos usamos las mascarillas y seguimos los protocolos de aseo nos cuidamos a nosotros mismos y también cuidamos nuestros seres queridos.”
Siempre abriendo espacios para ponerle nombre a lo que están sintiendo y validarlo estas emociones o sentimientos.”
Practicar en el uso de la mascarilla en casa
A través del juego, podemos hacer que el niño interactúe con una mascarilla, mencionando que los doctores y los superhéroes también las usan. Es recomendable que los padres o cuidadores puedan modelar el uso de estas para ir normalizando su uso y de esta manera progresiva el niño se vaya acercando a ella.
Podemos tomar un peluche o un muñeco y explicarle cómo se coloca la mascarilla y que así también el niño se pueda poner la suya. Que poco a poco pueda ir usándola y a través del peluche se vaya familiarizando con este nuevo método de protección.
Procuremos salir con el niño con la mascarilla a un lugar que sea conocido, ya que le dará la sensación de seguridad hasta que ya se sienta cómodo y pueda ir a otros lugares con la misma.
Pueden juntos personalizar las mascarillas, pintarlas, ponerles calcomanías. Y, si es un niño más grande, pueden confeccionarlas en equipo.
Al momento de salir
Antes de salir se le explica, las medidas que se van a tomar y qué se espera de ello, ya que teniendo esta información se pueda sentir más seguro y confiados al momento de salir. Durante la salida al parque o al médico, se puede compartir con ellos, hablando sobre lo que le ha llama la atención.
Por ejemplo, explicarles que en este lugar puede haber adultos u otros niños utilizando mascarillas. De igual forma, permitir que el niño explique lo sabe del tema o su opinión, validar ese conocimiento, por mencionar alguna frase: ¡Estoy orgullosa/o de ti! Esto hace que el niño pueda sentir que maneja la información e involucrarse en la concienciación de protegerse y proteger a los demás.
Es un cambio gradual y cada nuevo elemento a esta pandemia y situación actual, ofrece una nueva oportunidad para tocar base con las emociones de nuestros hijos. Asegurarles que no están solos, que sus emociones son válidas y que mamá y/o papá están ahí para acompañarles y protegerles.