Navegando el espacio emocional

Por: Anette Orillac, Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta @SanaMente_Pty

Conectarnos con nuestras emociones y prestarles la debida atención es la base de nuestra salud mental. Reconocerlas, saber que algo nos pasa, identificarlo y procesarlo de manera funcional, son aspectos fundamentales para nuestro bienestar. Te puedes estar preguntando… ¿A qué nos referimos los psicólogos cuando hablamos de esto?

El espacio emocional es ese reino mental donde acudimos para reflexionar sobre lo que nos pasa, y buscar sanar nuestras heridas, para salir adelante fortalecidos y preparados para enfrentar futuros retos. Muchas veces es difícil de entenderlo. Esas heridas pueden ser productos del pasado, del miedo, del estrés, de la incertidumbre, de lo que consideramos un fracaso, errores, dolor, o desarrollos de nuestros propios pensamientos, los cuales pueden llegar a ser intrusivos y causarnos mucho sufrimiento. También pueden deberse a algún trastorno tan básico como la depresión, el TOC (trastorno obsesivo compulsivo) o la ansiedad o alguno más complejo como la bipolaridad o tantos más que existen y se han clasificado universalmente.

Normalmente esto de mirar hacia adentro para descubrir por qué nos sentimos emocionalmente afectados, no es algo que podemos hacer solos. A veces no sabemos el origen del malestar, ni cómo llegamos a él, ni qué puede resultar de este camino. Para esto la ayuda psicológica es esencial. Es un apoyo profesional, básico e importante para la contención durante este proceso de navegación emocional. La psicoterapia es un proceso científico, estandarizado y metódico de comunicación que tiene sus reglas y procedimientos, y que implica una alianza terapéutica sin la cual cualquier esfuerzo sería en vano. En términos generales, lo que busca la psicoterapia es aliviar los síntomas cuanto antes, y modificar en el consultante las estructuras para que esos síntomas no se repitan, y de este modo evitar las recaídas.

Cuando decidimos mirar hacia adentro y navegar en nuestro mundo de emociones, es porque queremos encontrar solución a lo que nos pasa. Inicialmente, podemos sentirnos vulnerables o desconfiados, pero es importante decidirnos a empezar la psicoterapia, dejar a un lado los prejuicios y estigmas y lanzarnos al mundo emocional para hacer el más valioso viaje de nuestras vidas. En países más avanzados, gran parte de la población hace psicoterapia. La OMS ha manifestado que uno de cada cuatro personas, en algún momento de sus vidas sufre de algún trastorno mental. ¡Es parte de la vida!

Todos podemos hacer psicoterapia; no se trata de un proceso raro, vergonzoso, ni inusual. Sin embargo, a veces nos dejamos influenciar por la cultura, pues sobran los que erróneamente piensan que ir al psicólogo es para “locos” o “débiles”. Muy por el contrario, valiente es quien busca resolver su sufrimiento y fortalecer sus recursos para enfrentar el futuro. Es normal sentir miedo inicial, pero afrontarlo es tu mejor opción.

Es bastante común que el estrés, el mal manejo de nuestras emociones o la falta de recursos para afrontar problemas, “pase factura” al cuerpo, apareciendo síntomas físicos que afectan nuestra vida diaria de manera significativa.  Debemos recordar que somos mente y cuerpo y en ocasiones solo atendemos las dolencias físicas, porque se hacen más obvias. Sin embargo, el psicólogo te ayudará a afrontar los problemas y externalizarlos; poco a poco irás avanzando; cada pequeño paso será un logro muy significativo, pues implica que has empezado un proceso de mejora emocional. 

Al hacer psicoterapia, nos podemos encontrar algunas sorpresas; puede ser retador enfrentarnos a nosotros mismos. Sin embargo, numerosos estudios globales han demostrado que la gente que hace psicoterapia termina gastando menos dinero en medicina general. Igual que en este último campo, puede ser que hayas tenido una mala experiencia, pero eso no debe ser impedimento para que intentes con algún otro psicólogo, iniciar un nuevo proceso y sanar emocionalmente. 

Mientras navegas en este espacio emocional, un buen terapeuta encontrará en ti los recursos necesarios para desarrollarlos y usar todo tu potencial para gozar de una vida plena, funcional, emocionalmente sana, que te acompañe de manera integral y te ayude a afrontar las dificultades de la vida. Nunca es tarde para empezar terapia. Recordemos que la salud mental es tan importante como la salud física.