No hay emociones negativas ni positivas

Por: Daniella Emiliani, psicóloga clínica y psicoterapeuta (@daniellaemiliani)

Muchos de nosotros creímos en hogares en donde las emociones eran clasificadas como “malas o buenas”, “bonitas o feas”, “difíciles o fáciles” y pareciera que aquellas que cargan la parte negativa son todas las que nos hacen sentir incómodos, mientras que apreciamos y celebramos aquellas emociones que nos ayudan a conectar con los demás. 

La realidad es que el mundo de las emociones no se puede ni medir, ni comparar y mucho menos clasificar. Con esto dicho, debemos entender que las emociones no son ni negativas ni positivas, simplemente son y punto.  Así mismo debemos respetarlas cuando aparecen y honrar como se sienten.

Las emociones están en nuestro interior como un sistema de protección, son una brújula que nos ayuda a conectar y entender lo que pasa en nuestro mundo interno, aunque se expresen en gran medida a través del cuerpo. Seguro que alguna vez han escuchado frases como “tengo muy tensos los hombros,” “siento un nudo en la garganta,” “tengo mariposas en el estómago,” todas estas metáforas son utilizadas para expresar como se siente la emoción en el cuerpo. 

Cada una de ellas, existe en nuestra vida por una razón, no son al azar. Tienen como propósito la conexión, adaptación y supervivencia de la raza humana. A continuación, quiero ayudarte a decodificar el mensaje escondido en cada una de las emociones básicas:

  • El miedo está diseñado para que pudiéramos sobrevivir de nuestros depredadores (hace muchos años) y normalmente nos lleva a escoger responder ante el peligro con ataque o huida.  
  • El asco, por su parte nos indica que eso que queremos ingerir o tocar, puede ser tóxico y que debemos alejarnos. 
  • Cuando nos sentimos felices, liberamos oxitocina que es la hormona que nos hace sentir placer, seguridad y bienestar. Esta hormona también nos permite conectar, relacionarnos y vivir en comunidad,  
  • La tristeza, por su parte, nos invita a hacer una recogida de energía lo cual nos permite abrir el espacio para pensar y reflexionar.
  • La que facilita la aparición de una reacción emocional y conductual apropiadas ante situaciones novedosas sería la sorpresa
  • Y por último la ira nos provee de fuerza para llevar a cabo las tareas que nos resultan difíciles, es la precursora de la autodefensa.

Ahora bien, sabiendo que cada una de las emociones intenta comunicarnos algo, quizás podamos usarlas para detectar que es lo que está pasando en nuestra vida y que necesitamos para poder regularnos. 

Pareciera que, a pesar de ser un asunto biológico y que TODOS las tenemos, igual se nos hace difícil aceptarlas. En ocasiones, en nuestro afán por adormecer o ignorar la emoción, puede que tratemos de encontrar una respuesta biológica a todos los síntomas que observamos en el cuerpo (Caída del cabello, problemas de sueño, gastririts, etc).  Este proceso eventualmente termina llevándonos en el camino equivocado y prolongando el malestar ya que lo que se resiste, persiste.

Así que mi invitación el día de hoy es a que a partir de ahora nos demos permiso de conectar con la emoción desde la curiosidad. Que podamos mirar hacia adentro y con mucha compasión entender, sentir y buscar métodos que nos ayuden a liberar nuestras emociones de una manera sana.