Padres al borde de un ataque de nervios: Cuando empiezan los noviazgos

Miembro de la Fundación Relaciones Sanas y del Instituto Internacional de Psicoterapia (IPI)

Recuerdo la primera vez que entró por la puerta de mi consultorio un padre atormentado con el hecho de que su hija de 15 años le había dicho que tenía novio. “no pude soportarlo” me dijo, “en lugar de manejarlo como el hombre adulto que soy, me puse como un general de guerra y con toda la autoridad que debía tener el caso le dije que a su edad no podía tener novio y que no había más nada que hablar…soy hombre y se cómo piensan los hombres… no quiero que mi hija esté expuesta tan temprano a eso”. Arrepentido de su reacción el hombre no tenía idea de cómo reparar el daño hecho y como restablecer la confianza de su hija en él.

¿Cómo un padre puede enfrentar los primeros noviazgos de sus hijos(as)?, ¿qué actitud es la correcta a tomar?

Después de profundizar un poco más sobre su reacción, llegamos a la conclusión de que fueron sus propios miedos los que lo llevaron a reaccionar de esa manera: miedo a que le rompieran el corazón a su hija, miedo a que no la valoraran, miedo a que por su inmadurez tomara decisiones equivocadas, miedo a una sexualidad precoz. Fue una reacción de protección con la que quería evitar que su “princesa” entrara en el mundo de las relaciones con el sexo opuesto, sin embargo fue una reacción agresiva que en su momento, eliminó toda posibilidad de abrir un espacio para conversar sobre el tema y utilizar ese momento para educar.

No saber cómo reaccionar ante la noticia de un noviazgo es algo muy común y sobre todo si esto ocurre durante la época de la adolescencia. Erróneamente los adultos tendemos a catalogar estas relaciones como pasajeras e inmaduras, sin entender el profundo significado que los adolescentes les confieren pues durante esta época los afectos y sensaciones son mucho más intensos que en cualquier otra época de la vida. De hecho solo tenemos que recordar nuestros noviazgos de adolescentes para darnos cuenta de lo importantes que fueron para nosotros. Cuando un joven se encuentra enamorado, invierte mucha energía y atención en esa relación; y no reconocer la intensidad con que se vive este vínculo, puede ocasionar manejos desacertados por parte del adulto que inducen al joven a tener conflictos adicionales, sobre todo familiares y de estima propia.

La idea aquí es que tu como padre no te conviertas en un ogro persecutor (así ven los hijos a los padres que se entrometen demasiado) con el fin de mantener el control de la relación de noviazgo y evitar cualquier daño, sino que más bien estés abierto a que tarde o temprano como padre había que pasar por esto y que tu rol es el de entender que si tu hijo(a) ha empezado una relación es porque quiere y; más que restringir, controlar o prohibir, es mejor abrir los canales de la comunicación y aprovechar ese momento para darle a tu hijo(a) información sobre lo que es el amor, el respeto, el auto cuidado, el valor propio y la sexualidad.

A continuación te dejo unos consejos prácticos para manejar los primeros noviazgos de tus hijos(as):

  • La comunicación abierta padre-hijo(a) no es algo que debe pretenderse alcanzar durante la adolescencia. Si aun tus hijos están pequeños procura tener espacios en donde puedas conversar sobre cualquier tema, esto preparará el camino para hablar de asuntos más difíciles como la sexualidad y el amor propio cuando llegue el momento.
  • No agobies a tu hijo(a) con preguntas sobre el novio(a). Es bueno saber cómo es el chico(a) con quien está saliendo tu hijo(a), donde vive y estudia y quiénes son sus padres sin embargo la mejor forma de salir de dudas es invitarlo un día a la casa y conocerlo(a) en persona. Esto puede ser en un principio incomodo pero romperá el hielo de las dos partes y tu hijo(a) se sentirá con más libertad de invitarlo(a) a casa.
  • Se cuidadoso con el hecho de ser muy estricto pues siendo así solo conseguirás que tu hijo(a) te mienta cuando diga con quien se va y a dónde. Trata de ser flexible y comprensivo con el hecho que tu hijo(a) querrá tener más tiempo con su novio(a). Siempre hay que mantener los límites de horarios, salidas y lugares muy claros pues no se puede perder de vista que siguen siendo adolescentes.
  • Comparte con tu hijo(a) tus propias vivencias de cuando fuiste un adolescente y tuviste tus primeros noviazgos, que errores cometiste, que cosas graciosas te ocurrieron, cuando te rompieron el corazón o tu rompiste alguno. Esto fomentará la confianza y abrirá las puertas a que se puedan conversar temas más profundos como la primera cita y hasta dudas en torno a la sexualidad.
  • Incúlcale el valor al respeto de su propio cuerpo y del afecto. Son muy pocos los padres que toleran la idea de que su hija pueda tener relaciones sexuales a una edad precoz pero la realidad es que si está ocurriendo y la mejor forma de prevenirlo es abriendo los espacios para hablar del tema. Se tiene la creencia que si no se habla de la sexualidad es como si no existiera. Esto no puede ser más falso. Es importante que en la relación con tus hijos se le dé importancia y se pueda hablar abiertamente sobre esto. En el caso de los varones también es muy importante hablar sobre el respeto, el amor y la autoprotección.
  • Se su ejemplo a seguir: no hay mejor cosa que el ejemplo. Unos hijos que pueden ver a sus padres amarse, respetarse y cuidar mutuamente de su relación, guardarán en su mente estas vivencias y tenderán a buscar parejas como las que vieron en sus padres. Si un padre trata bien a su esposa, su hijo aprenderá que tiene que amar y respetar a su pareja y la hija aprenderá que ser amada y respetada es el ideal a buscar en un hombre.

Finalmente y como conclusión, no olvides que al final del camino tus hijos buscarán su propia pareja así como tú lo hiciste. Ayúdales en lugar de entorpecerles el camino, así  te convertirás más bien en un compañero de viaje que asiste y protege desde la experiencia y el amor,  y no desde el miedo o el temor.