Papá: ¿Te necesito?

 ¿Qué pasaría si nos dijeran que existe una fórmula para tener hijos más felices, con una autoestima saludable  y menos propensos a las drogas?. En realidad, la fórmula para la mayoría de nosotros está a la mano.  Esa fórmula es la presencia del padre.  En nuestra  sociedad escuchamos a las madres  decir orgullosamente soy madre-padre.  Sin querer  quitarle el mérito  a todas esas madres  que han sacado a sus hijos  adelante solas, no existe tal cosa.  Las mujeres son madres  y los  hombres son padres  y a cada  uno de nosotros  nos corresponde una función que  es igualmente importante. Realmente  si nos ponemos a  analizar no existe  ninguna evidencia científica  que excluya al padre de realizar las funciones de cuidado de sus  hijos a excepción de la posibilidad de amamantar.  Usualmente escuchamos que el papá provee y la mamá es la que cría. Esto impide que los padres estén más involucrados en la  crianza  de sus hijos.

Las  investigaciones más recientes  apuntan a que la presencia del padre es fundamental en el desarrollo cognitivo, social y emocional de nuestros  hijos. Se realizó un estudio  en Estados  Unidos  donde se hizo  una correlación entre la ausencia de la figura paterna y los índices de criminalidad y drogadicción, entre otros.  Lo que encontraron fue  que  a mayor  ausencia del padre más drogadicción, mayor  índice de criminalidad, menor  autoestima  y menor escolaridad. El Ministerio de Educación de Panamá reportó un aumento del 7% al 32% en la incidencia de hogares monoparentales. Esta estadística es realmente  alarmante considerando el impacto que tiene para nuestra sociedad.

El padre está presente desde la concepción y  es muy importante para la madre  tener  una  figura de apoyo tanto en los meses de gestación como cuando nace el bebé. Algunas de las funciones del padre son ayudar a la madre a contener su ansiedad  lo cual hace que ella pueda desempeñar mejor su labor.  Facilita el proceso de independencia que es tan necesario para que los niños puedan socializar y escolarizarse.  Es quien pone la ley y ayuda a desarrollar la identidad de género. Cuando los hijos ven  un modelo positivo de relación entre sus padres  donde reina el respeto, el amor  y la  cordialidad están recibiendo  un ejemplo a seguir para sus relaciones de pareja en el futuro.

Ahora que ya hemos  establecido  la importancia del rol  es válido preguntarnos cómo podemos hacer para facilitar su presencia. Primero que todo las madres  deben reconocer la importancia del padre, constantemente escuchamos que los padres solo sirven  para  el momento de la concepción  y para dar apoyo  económico. Debemos  abrir el espacio para que papá pueda participar en el cuidado de sus hijos desde las tareas más cotidianas hasta las más relevantes. Es el padre quién pone las leyes y la madre  quien las ejecuta. En los casos donde la posibilidad de la presencia del padre no existe, es muy importante buscar una figura sustituta estable que puede ser  un tío  o un abuelo, sin embargo queremos recalcar que esta debe ser la última opción.

Afortunadamente no es necesario  ser un padre perfecto para lograr los beneficios anteriormente mencionados. Necesitamos padres suficientemente buenos. De acuerdo al Dr. Sachs, psicólogo dedicado a reforzar el rol paterno, un papá suficientemente bueno es:

  • Un papá que ama a sus hijos a pesar de sus defectos.
  • Entiende que es mucho más probable que sus hijos  se desarrollen adecuadamente si son amados  y aceptados.
  • Es firme más no agresivo.
  • Fomenta la autonomía.
  • Se dedica a motivar el desarrollo físico y  emocional de sus hijos.

“No puedo pensar en ninguna necesidad en la infancia tan fuerte como la necesidad de un padre”  esta cita de Sigmund Freud lo resume perfectamente. La meta es que cada vez tengamos más familias donde el padre esté presente incluso si no está involucrado sentimentalmente con la madre. Tener el amor  y la aceptación de papá es un regalo de vida maravilloso.  No  privemos a nuestros hijos de esta posibilidad.