Recargando la mochila emocional durante la educación a distancia

Artículo escrito por: Mgster. Montserrat Sossa, Psicóloga Clínica y Psicoterapueta infanto juvenil, y Sub-Coordinadora del Programa de Prevención de Bullying de Fundación Relaciones Sanas

Nos encontramos ya en la recta final de este cambiante y versátil año escolar. Y, parecen lejanos aquellos primeros meses del año en que tocaba a los padres afinar los últimos detalles del colegio. Donde se aseguraron que sus hijos tuvieran todo lo necesario para dar inicio a las clases, y garantizar que estaban “equipados” para emprender ese camino con éxito. 

Y es que frente a este escenario de preparación, comúnmente existe la tendencia de hacer una “lista” de lo importante, aquellos materiales que hacen falta por conseguir para asegurarnos que nuestros hijos estén preparados para la faena educativa. A pesar de poder estar muy bien organizados y adquirir todos los materiales requeridos, muchas veces dejamos de lado o no consideramos en nuestra lista de las cosas importantes. Las herramientas de tipo emocional que son vitales para garantizar un año escolar satisfactorio para los hijos y son necesarias de equipar en la mochila escolar. 

En definitiva, a raíz de la pandemia, hemos visto todos los cambios y la evolución de este año de aprendizaje a distancia y, justo ahora que los estudiantes están recibiendo clases en línea y aprendiendo desde casa, a los padres les toca asegurar que sus hijos dispongan de los medios tecnológicos para continuar conectados y seguir aprendiendo. Quizás lo importante no solo recae en que los estudiantes cuenten con todos los materiales necesarios o que tengan acceso a todas las plataformas tecnológicas, si no en la verdadera “conexión” que tengan desde casa y dentro del seno familiar.

¿Qué tipo de conexión es la importante para que los hijos continuén con éxito este incierto año escolar? 

Sobre todo ahora que los hijos están más tiempo en casa, la oportunidad es única para crear más espacios de conexión real. En el que los padres puedan promover, aún más, momentos para compartir con sus hijos y escuchar lo que expresan en relación a su mundo interno y sus necesidades emocionales. De esta manera, como padres, estamos al tanto de lo que acontece en su realidad escolar, pero también en sintonía con su mundo emocional.

Al proveer y mantener un espacio de conexión con nuestros hijos que les permita expresar su sentir y escuchar lo que acontece con ellos de forma activa, modelamos empatía y patrocinamos un espacio generador de un vínculo seguro que les enseña y permite comunicarse de manera asertiva. Con esto, estamos garantizando no solo una conexión única, que les permita sentirse apoyados y genere mayor confianza en sí mismos; sino que también promovemos a que equipen su mochila emocional de estas herramientas importantes que serán parte de lo que necesitan para el día a día de su actividad escolar y para el desarrollo de sus relaciones interpersonales.

Particularmente en estas últimas semanas del año académico, debemos generar aún más espacios con nuestros hijos para recargar estas herramientas. Tal y como cuando recargamos nuestros equipos tecnológicos para seguir en sintonía con lo que acontece, ya que disponemos de más tiempo con nuestros hijos y existe mayor oportunidad para crear más momentos de estar y de diálogo que promuevan relaciones más cálidas y abran la puerta a un mayor aprendizaje.