12 mitos de la comunicación entre padres e hijos

Los adolescentes no escuchan los consejos de sus padres.

Una de las metas durante la adolescencia es buscar la propia identidad. Los adolescentes necesitan diferenciarse de sus padres, a través de tener opiniones diferentes. Esto no significa que ellos no escuchan sus consejos sino mas bien, ellos están reafirmando su identidad y necesitan sentirse seguros de hacer lo que ellos quieren y no lo que quieren los demás.

Los adolescentes no necesitan ser escuchados.

En el momento que los padres escuchan al adolescente le están abriendo las puertas para que ellos se sientan que tienen un espacio para expresarse. Es importante que los padres se interesen por lo que tienen que contar, sus gustos, intereses, actividades, amigos, entre otros.

Los adolescentes solo hacen caso cuando se les grita o castiga.

Generalmente los gritos y castigos hacen que se alejen más de los padres y se sientan incomprendidos. Cuando exista una situación de conflicto puede conversar permitiendo que el adolescente exprese su opinión. Dar mensajes claros ayuda a evitar la confusión. Los Adolescentes necesitan conocer sus límites y las consecuencias de sus actos, esto disminuirá la probabilidad de que no cumpla con lo establecido.

Los padres no deben negociar con sus hijos.

El adolescente debe sentirse que su opinión es válida, recordando que los padres tienen la última palabra. Siempre va a haber un conflicto cuando existen diferentes puntos de vista. Conversar sobre las diferentes opiniones y renegociar es posible.

Los adolescentes aprenden como comunicarse en la escuela.

Los padres son modelos para sus hijos en todos los aspectos. Cuando hablamos de comunicación, el ser humano aprende a comunicarse a través de la convivencia familiar, para así actuar en el ámbito social.

Los padres tiene que forzar a su hijo a conversar con el.

Los padres no deben obligar a sus hijos a contarle todas sus intimidades ya que de esta manera pueden alejarlo. Deben aprovechar en momentos que el adolescente se muestre accesible para poder conversar con él. Los adolescentes necesitan tener su espacio personal, es importante respetar ese espacio y hacerles saber de que estamos disponibles si lo necesitan.

Los padres pueden contarle a toda la familia lo que le cuenta su hijo.

Es vital para mantener una relación de confianza que el padre pueda escuchar a su hijo y guardar sus secretos. En el momento que empieza a contar a otros está en riesgo que el hijo pierda la confianza y deje de mantener una relación abierta con el padre.

Evitar conversar con los hijos temas delicados (sexo, drogas, alcohol, etc).

Para los padres puede ser difícil el enfrentarse a conversar temas difíciles con sus hijos, pero si evitan conversarlos buscaran la información en otros lados y están en riesgo de no tener la información correcta.

Los adolescentes mienten con mucha frecuencia.

Cuando el adolescente miente es porque hay una falla en la comunicación. Generalmente mienten para conseguir lo que quieren, y piensan que diciendo la verdad no lo van a conseguir.

A los adolescentes no les importa los sentimientos de los padres.

Una de las características de los adolescentes es la tendencia a actuar de manera impulsiva y decir lo primero que se les pasa por la mente. Generalmente ocurren estos actos de impulsividad cuando el adolescente quiere comunicar algo y no sabe cómo hacerlo. Aunque con estos actos no parezca, ellos buscan la aprobación de sus padres tanto en lo que dicen como en lo que hacen.

Los padres deben ser amigos del adolescente.

Es importante tener una relación de confianza y buena comunicación pero el adolescente necesita a sus padres en su rol de padres, estableciendo una figura de autoridad.

Es tarde para comenzar una relación de confianza con mi hijo adolescente.

La adolescencia es considerada como la primera crisis del ser humano, lo que hace que esta etapa sea muy vulnerable. Mantener lazos estrechos de comunicación y afecto brinda muchos beneficios para la familia como:

Ayuda a que el adolescente se sienta mas seguro.

Ayuda a que tome mejores decisiones cuando están con su grupo de amigos

Ayuda a que se fortalezca la relación familiar.

Ayuda a brindarle a los adolescentes mejores herramientas para enfrentarse al mundo como adultos.

Nunca es tarde para empezar. No será una tarea fácil pero es posible lograrlo.

 

Por: Mgter. Marcela Sofer – Psicóloga Clínica y Miembro de Fundación Relaciones Sanas