5 ideas para Parar, Pensar y vivir sin tanto Reaccionar

Por Emilia Smith, psicóloga @elhuertode.emilia

Mirar hacia dentro nos invita a cuestionar aspectos que están por detrás de nuestros actos y pensamientos, tarea que puede ser sumamente intimidante, y a la cual podemos huir en el ajetreo de la cotidianeidad. La puesta en alto durante la pandemia nos invitó a evaluar nuestras prioridades y valorar aún más nuestra salud mental. 

Hace poco el Instituto Internacional de Psicoterapia (IPI) en Panamá, llevó a cabo un conversatorio Nuevo punto de vista: El Impacto de la Ansiedad donde estuvieron como invitadas las psicólogas Sarah Sasso y Tamara Simana de Zebede. Escuchando las ideas compartidas, no pude evitar reflexionar sobre el manejo que actualmente otorgamos a nuestras emociones. A continuación, enlisto 6 ideas que podemos repensar a nuestro propio ritmo.

  • Sentir es una inversión de nuestro tiempo.

La realidad en la que vivimos puede sesgarnos a pensar que sentir es una pérdida de tiempo. Las expositoras nos exhortan a cambiar este punto de vista y permitirnos sentir, a través de una pregunta tan sencilla como: ¿qué me tratan de decir mis emociones?

Las emociones sirven para entender el mundo en el que vivimos y conectar con otras personas. Al observarlas con curiosidad y sin juicios las conoceremos, enlazaremos lo que ocurre en nuestro interior con explicaciones que contienen, y optaremos por patrones más sanos para relacionarnos con el mundo.

  • Todo en exceso puede ser perjudicial.

El estrés beneficioso nos moviliza, nos motiva e impulsa. Por otro lado, la ansiedad, es una reacción desproporcionada que desencadena un conjunto de síntomas persistentes en la persona. Elevados montos de estrés a largo plazo, afectan al organismo. 

Aprender sobre nuestros miedos y preocupaciones nos permitirá conocer el lente bajo el cual interpretamos y vivimos nuestra realidad. Podemos diferenciar nuestro sentir al preguntarnos: ¿qué tan frecuente ocurre?, ¿qué tan intenso es?, y ¿por cuánto tiempo ocurre?

  • El apego nos calma y regula. 

Hablar sobre nuestros sentimientos nos permite crear narrativa de nuestra experiencia y adueñarnos de nuestra historia. Al relacionarnos con personas que nos dan seguridad, nos escuchan y contienen, activamos la posibilidad de aliviar nuestra ansiedad por medio del apego.

Dirigirnos a las personas desde una posición humana y compasiva, nos invita a ser consciente de nuestro sentir y crear puentes de vulnerabilidad donde hablar del dolor no resulte una carga que silencia, sino que acerque a un diálogo que integra.

  • Disfrutar del momento presente es un gran regalo.

Permaneciendo en el tiempo presente podemos conectar con nuestro sentir, comprender cómo nos impacta y dar cuenta de los recursos disponibles para lidiar con la dificultad. Una estrategia interesante compartida durante el conversatorio es la del Anclaje, en la que empezamos observando 5 elementos a nuestro alrededor. Seguido, tocamos 4 objetos y sentimos su textura. Identificamos 3 sonidos. Olemos 2 cosas. Finalmente, saboreamos algo

De igual forma, podemos incorporar técnicas de relajación y meditación a nuestras rutinas diarias. Hace falta ser selectivos con nuestra salud mental y emocional, reconocer qué nos beneficia, de esta manera construimos una noción sobre lo que podemos hacer diferente.

  • Buscar ayuda de un profesional de la salud mental salva vidas.

Puede ser difícil reconocer el momento en el que nos puede ser útil acudir por ayuda. Las expositoras nos comparten los siguientes puntos para tener en cuenta; podemos apoyarnos en un profesional de la salud:

  • Al presentar un malestar significativo que afecta la calidad de la vida.
  • Al percatarnos que el evento sobrepasa nuestra capacidad de afrontamiento.
  • Al advertir sobre pensamientos que atentan contra la vida propia o ajena.

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