Por: Mariana Plata, Psicóloga Clínica
[Extraído del blog de MarianaPlata el 3 de Septiembe, 2019]
Con frecuencia recibo preguntas como: “Mariana, ¿tú crees que debo ir al psicólogo?” Y mi respuesta es casi siempre la misma: “La salud mental debería ser tanto preventiva como lo es correctiva.” Y cuando digo esto, me refiero a que ir a psicoterapia debería ser visto como algo tan normal como una revisión médica anual. Como le dije a una colega y gran amiga hace poco:
“YO QUIERO QUE HABLAR DE SALUD MENTAL SEA TAN NORMAL COMO CONTARLE A ALGUIEN SOBRE TU RESFRIADO.”
Actualmente, existe mucho estigma alrededor del tema de salud mental. Incluso el lenguaje que se usa perpetúa esto. Cuando le decimos a los niños “¡te voy a mandar al psicólogo/a!” como una amenaza. O cuando decimos “a ti te tienen que meter en un hospital psiquiátrico” cuando nos referimos a un comportamiento inusual. Si recibimos estos mensajes de los medios constantemente, no resulta sorprendente que veamos el “ir al psicólogo/a” como algo extremo.
Si has estado considerando ir a terapia, te dejo aquí cinco (5) señales que te puedes beneficiar de esto:
1. Quieres mejorar tu comunicación
Ya sea con tu pareja, tu familia, o tus compañeros de trabajo – has empezado a notar que te cuesta comunicarte asertivamente o te encuentras malinterpretando lo que dicen. La terapia es un buen lugar para explorar la razón de esto, así como para ayudarte a desarrollar mejores habilidades de comunicación.
2. Te sientes atrapada/o
¿Te está costando seguir adelante o sientes que estás como en una intersección en tu vida? Es posible que te sientes atrapada/o y eso esté afectando tu salud mental. Ir a terapia te puede ayudar a esclarecer un poco más el panorama.
3. Reaccionas con facilidad, incluso ante las cosas “aparentemente” pequeñas.
¿Sientes que todo te molesta más que antes? ¿Que las personas a tu alrededor te fastidian? ¿Te encuentras más irritable que nunca? Estas son todas manifestaciones que podría estar ocurriendo algo con tu salud mental. Un psicoterapeuta te puede ayudar a definir mejores estas emociones, así como canalizar este enojo de una manera más productiva.
4. Te sientes muy cansada/o o te es difícil “vaciar” tu mente
¿Te sientes abrumada/o por todo lo que está ocurriendo? ¿Como si fuese demasiado? En terapia puedes aprender cómo aliviar esa carga y compartirla con alguien más.
5. No necesitas una señal.
Nunca es demasiado temprano para pedir ayuda. No necesites tener “algo malo” en tu vida para asistir a terapia. Es un espacio para conocerte mejor, para crecer, para aprender. Es un viaje a tu mundo interno acompañada/o de la mano de un profesional que estará ahí para apoyarte.
Ir a terapia no debe ser visto como una debilidad, debería ser siempre una fortaleza. Si queremos romper el estigma de salud mental, tenemos que empezar con nosotras/os mismas/os también. Atrevámonos a ser vulnerables y adentrarnos a conocer nuestra mente.