6 Tips Para Hablar Con Mi Adolescente Sobre Temas Difíciles

Escrito por: Kyo-sai Nieves, psicóloga (@psi.kyosainieves)

Tal vez esta pregunta sea muy frecuente entre los padres y cuidadores de adolescentes. Como ya sabemos, es una etapa llena de cambios físicos, búsqueda de identidad, conductas llenas de impulsividad, que en ocasiones se exponen a situaciones de riesgo.

Hablar sobre estas conductas o situaciones puede ser difíciles para los padres y cuidadores, por diferentes motivos. Siendo un poco curiosos pudiéramos pensar en las siguientes posibilidades:

  • Cuentan con pocos conocimientos sobre un tema determinado, 
  • Los temas interfieren con las propias creencias, valores y perspectiva de vida. 
  • Son temas emocionalmente intensos por una experiencia pasada.
  • No estar preparados para hablar del tema.

Lo cual queremos recalcar que el motivo es totalmente normal. Lo bueno, es que vamos a abrir el espacio para pensar en cómo se están sintiendo y cómo esto interfiere en la comunicación con su hijo/a.

Empecemos con nosotros mismos

Es recomendable que, como padres y cuidadores de un adolescente, ser curioso/a con uno/a mismo/a, explorar y preguntarse: ¿Por qué ciertos temas pueden ser difícil de hablar? ¿Qué estoy sintiendo? ¿Esto me recuerda a algo desagradable? ¿Por qué lo estoy sintiendo?

El efecto que tiene estas preguntas es disminuir nuestra ansiedad y al momento de hablar de estos temas, se pueda ser genuino, empático y sincero con los adolescentes. Siempre teniendo en mente que esto es un proceso, dando pequeños pasos vamos a lograr este objetivo, aunque en ocasiones queremos resultados rápidos.  

Hay diferentes temas que son sensitivos en la adolescencia como: la sexualidad, embarazo, consumo de drogas, acoso escolar, suicidio, relaciones sexuales, uso de redes sociales, entre otros.

Al momento de leer los temas, quizás pudo identificar alguno que le causó incomodidad. Esta misma incomodidad, la pueden percibir el adolescente y hacer que los canales de comunicación cierren y privarse de expresar una situación difícil que están enfrentando. 

Aunque nuestros hijos e hijas se muestren maduros y les pidan autonomía, aún nos necesitan. Debemos estar disponibles emocionalmente y brindarle contención

Con frecuencia para los adolescentes es difícil hablar de sus asuntos, sin embargo, acercándonos y hablando con ellos podemos ayudarles. 

Siendo observadores y curiosos sobre las señales de alerta que nos evoca el adolescente, podríamos hacer una traducción de lo que podría estar sintiendo, como cuando eran niños y le preguntamos: “¿Estas triste?”, “¿estas bravo?”, “¿noto que estas muy feliz?” y lograr conectar con sus emociones y conseguir la apertura y cercanía.

¿Cómo abrir estos espacios?

Algunas recomendaciones para abrir el espacio para expresar, reflexionar y conectar con el adolescente:

  • Observar los cambios en el comportamiento del adolescente: cambios notables, por ejemplo: antes comida menos o come más, se aísla de los miembros de la familia, no conversa con sus amigos como lo solía hacer, baja su rendimiento académico, ya no juega o juega de más, duerme no duerme, está cada día irritable o triste. Estas son señales de que algo puede estar ocurriendo y que necesitan ayuda.
  • Ser paciente: un detalle importante al momento de hablar de temas difíciles es la paciencia. Ya que, los adolescentes pueden tomar su tiempo en querer comunicar algo, debemos darle espacio y cuando estén listos para conversar, lo harán.

 

  • Sin Juzgar: sea lo que le exprese el adolescente, preguntar con curiosidad, escuchando y conteniendo. Si lo juzgamos al momento que se está expresando, tendremos una reacción adversa cerrando el canal de comunicación. Escuche el contenido y las emociones.
  • Pensar juntos: Agradecerle que haya tenido la confianza en contarle esto que puede ser difícil y vergonzoso para él/ella. Ayudarles a pensar; ya que sucedió esto… ¿cómo lo vas a solucionar?, ¿Cuáles son las ideas que se te vienen a la mente? Le ayudamos a hacerse responsable de las consecuencias de sus actos y a encontrar soluciones.

¿Mostrarme vulnerable me quita autoridad?

Muchas veces se piensa que expresar las propias emociones o contar anécdotas de nuestra adolescencia puede ser contraproducente y quitarle autoridad. Al exponerse se le enseña al adolescente que él/ella no está solo/a en esta situación, que hay alguien que tiene experiencia y lo puede guiar. Esto, le ayuda a sentirse contenido, que todas las emociones son válidas y la experimentamos, incluyendo la de sus padres y cuidadores.

  • Buscar ayuda: Si ya ha intentando o se ha descubierto que es algo que se sale de sus manos, es bueno poder contar con un acompañamiento de un profesional de la salud mental que le pueda orientar.

 

 

Lo importante no es ser el mejor papá o mamá del mundo. Es ser lo suficientemente bueno, aceptando que vamos a fallar, pero tenemos la opción de reparar.