Naturaleza y Salud Mental

Por: Gaby Smith, Psicoterapeuta de niños adolescentes y adultos @greenmindspty

Muchas veces sentimos algo especial y difícil de describir cuando salimos a la Naturaleza, y es un poquito eso lo que quiero tratar de poner en palabras hoy. Tan solo recordemos algún momento en que fuimos a la playa y que nos quedamos inspirados viendo o escuchando el mar al horizonte. O aquella vez que visitamos alguna casa de montaña y tan solo admirar el paisaje junto a la brisa hizo valer la pena todo el fin de semana.

Esta experiencia de asombro y conexión no solo nos pasa a los adultos. Sin duda, los niños también lo experimentan, aunque de forma diferente. No es casualidad que después de un buen fin de semana en el interior lleguemos todos despejados y contentos para empezar la semana. O a veces tan solo salir a algún parque o jugar al aire libre nos trae nuevas energías en la relación con ellos y con nosotros mismos.

¿Y qué tiene la Naturaleza que nos hace sentir de esta manera?

Primero que capta cada uno de nuestros sentidos y nos conecta por todos nuestros “plugs”. Es más difícil negarse a un momento de paz y conexión con el presente cuando lo que tenemos alrededor es tan grandioso e inspirador.

Segundo, despierta nuestra curiosidad y algunas veces nos pone en modo introspectivo, haciéndonos preguntas, dándonos repuestas y tan solo permitiéndonos apreciar el momento presente con una respiración más profunda y consiente.

Por otro lado, a los niños les brinda absolutamente todo lo necesario para un desarrollo físico y emocional saludable. El sistema nervioso, responsable de los procesos de atención, percepción, emociones y conducta, se ve beneficiado cuando sus cuerpitos se van fortaleciendo al correr, trepar, mover, tocar, curiosear, mojarse, embarrarse, usar su infinita creatividad y jugar libremente.

Esta es la invitación que nos hace la naturaleza y por eso es uno de los mayores predictores de salud mental. En otros países, los médicos están empezando a prescribir visitas periódicas a parques como parte del tratamiento en diagnósticos de enfermedades crónicas o concernientes a la salud mental, ya que se ha probado científicamente sus grandes beneficios en cuanto a la salud.

Estar conectados con la naturaleza nos permite estar conectados con nosotros mismos, recordándonos que somos parte de ella y de algo más grande que está en constante movimiento y cambio, al igual que nosotros. Por eso también nos puede traer sentimientos de esperanza, paz y tranquilidad. Su belleza nos recuerda que debemos cuidarla para cuidarnos a nosotros mismos y así vivir en armonía como humanidad.

Son muchos los sentimientos profundos que probablemente nos evoca estar en conexión con nuestra madre Tierra, pero sin duda estar en contacto con ella nos contiene, cuida y ojalá el hacerlo consiente nos motive a visitarla con mayor frecuencia.