¿Cómo apoyar a un adolescente que atraviesa un momento difícil?

Por: María Sofía Pinzón, estudiante de psicología (@msofiadelourdes)

En la adolescencia, el joven que adolece no es el único que atraviesa por una etapa de grandes cambios. La búsqueda constante del “quién soy” o “quién puedo llegar a ser”, los cambios físicos, psicológicos, cognitivos y sociales, pueden ser situaciones difíciles de sobrellevar para el adolescente y sus padres.

En la antigua Grecia, veían la adolescencia como la etapa de la vida en la que se empezaba a desarrollar la capacidad de razonar. Hoy día, podemos reconocer que en la adolescencia se da la transición entre la niñez y la vida adulta; el joven se prepara para asumir las funciones y responsabilidades de la adultez de acuerdo a su cultura.

Para Arminda Aberastury, se atraviesa por un duelo de la adolescencia normal, que surge por los cambios del cuerpo de niño (a), por la pérdida de identidad infantil y por la relación con los padres de la infancia. Los jóvenes empiezan a separarse de papá y mamá con la intención de ser más independientes. 

En este sentido, Aberastury describe características normales y esperadas en esta etapa:

  • La búsqueda de sí mismo y de la identidad.
  • La tendencia grupal.
  • Necesidad de intelectualizar y fantasear.
  • Crisis religiosas.
  • Desubicación temporal.
  • Evolución sexual.
  • Tendencias anti o asociales.
  • Contradicciones en todas las manifestaciones de la conducta.
  • Separación progresiva de los padres.
  • Constantes fluctuaciones del humor y del estado de ánimo.

Tener que lidiar con esta transición puede llegar a ser muy abrumador. El adolescente necesitará su propio espacio para descubrirse y entender su alrededor, pero esto no significa que como padres debemos desconectarnos. Resultará importante esa figura que valide y acompañe al joven en la transición, desde el entendimiento, respeto, escucha activa, amor y tolerancia. 

Para Donas Burak, los factores protectores favorecen el desarrollo y crecimiento de los seres humanos, contrarrestando las posibles conductas de riesgo. En la etapa adolescente podemos identificar las siguientes características, que harán más probables que el adolescente pueda enfrentar situaciones de vida, saludablemente:

  • Familia contenedora, con buena comunicación interpersonal.
  • Joven con autoestima alta.
  • Sentido y proyecto de vida elaborado.
  • Permanencia en el sistema educativo. 
  • Contar con una red de apoyo.

Por el contrario, una respuesta desadaptativa a la adolescencia puede derivarse de los factores de riesgo:

  • Vínculo familiar deficiente.
  • Violencia doméstica.
  • Baja autoestima.
  • Deserción escolar.
  • Proyecto de vida débil.
  • Abuso de drogas y alcohol.
  • Presión para amoldarse a los compañeros.
  • Imposición de normas de género.
  • Problemas socioeconómicos.

Mientras más expuesto esté el joven a los factores de riesgo, mayor será el impacto negativo en la salud mental del mismo. 

El afrontamiento del conflicto no es ignorar la situación. La función de los padres jugará un papel importante en el reconocimiento, la contención, abordaje y plan de tratamiento. 

Reconocimiento

Identificar las señales de alerta:

  • Dolores corporales sin razón médica. 
  • Pérdida o aumento de peso.
  • Descuido de la higiene personal.
  • Abuso o aumento en consumo de alcohol y/o drogas.
  • Hablar o escribir sobre la muerte, de manera fantasiosa o deseosa.
  • Hablar de querer lastimarse o quitarse la vida.
  • Comportamiento autodestructivo.
  • Desprenderse de objetos de valor.
  • Pérdida de interés por las actividades que anteriormente disfrutaba.
  • Insomnio o hipersomnia (dormir mucho).
  • Dificultad para concentrarse.
  • Cambio en el rendimiento académico.

Contención

  • Mantener una actitud de empatía y comprensión.
  • No cuestionar por qué se siente así y validar sus emociones.
  • Evitar buscar culpables de la situación.
  • Conservar una actitud calmada y proveer un espacio seguro de comunicación abierta. 
  • Evitar emitir juicios, burlas o señalar sus errores. 

Abordaje

  • Ayudar a la persona a buscar ayuda con un profesional de salud mental idóneo.
  • No dejar a la persona sola en momentos de crisis.
  • Remover o guardar bajo llave objetos que la persona pueda utilizar para hacerse daño. 

Plan de tratamiento

  • Mantener una comunicación abierta con el especialista. 
  • Fomentar el cumplimiento del tratamiento. 

Para que los adolescentes se sientan amados, respetados y tengan oportunidad de crecer mentalmente sanos, es clave que los padres motiven su desarrollo, gestionando positivamente sus experiencias de vida.