Apego en la vida adulta

Donald Winnicott, pediatra y psicoanalista, dijo la famosa frase “No existe bebe sin su mamá”. Con esta frase Winnicott nos ilustra como al principio el bebe es totalmente dependiente de su madre.; y como la madre reciba, escuche, y cuide a su bebe será fundamental en el desarrollo de su personalidad.

John Bowlby, psicoanalista autor de la teoría del apego,  dijo que “el niño tiene una tendencia a buscar la cercanía a otra persona y se siente seguro cuando esa persona está presente y es sensible a cubrir sus necesidades tanto físicas como emocionales”. El apego es el vínculo emocional que desarrolla un niño con sus padres, el cual debe proporcionar un nivel de seguridad emocional necesaria para el desarrollo de la personalidad.  El tipo de apego que desarrollemos con nuestro cuidador primario va a tener una gran influencia en el tipo de relaciones que busquemos como adultos y así también el tipo de situaciones sociales en cuales nos involucremos. El apego seguro genera un concepto positivo de sí mismo al igual que un sentimiento de confianza. Un niño que tenga una mama o un papa que este disponible emocionalmente, sea tolerante y empático tendrá mayor posibilidad de desarrollar un mundo interno  basado en esa relación segura. Esto hará que el niño cuando sea adulto busque relaciones parecidas a las que están internalizadas en su mundo interno. Por ejemplo, buscar a alguien que este emocionalmente disponible, integrada/o, balanceada/o. El apego inseguro-ansioso  se da cuando el cuidador está física y emocionalmente disponible sólo en ciertas ocasiones, lo que hace al individuo más propenso a la ansiedad de separación y al temor de explorar el mundo. Un niño que haya crecido con este tipo de apego  puede buscar o relacionarse con personas que lo hagan sentir a el muy ansioso o no estable emocionalmente, donde no se puede contar de manera positiva con la otra persona por que no se sabe cuando va a estar presente y cuando no. El apego inseguro-ambivalente se caracteriza por que el niño no confía en sí mismo, pero si en los demás, es decir que se atribuye todo lo negativo a el mismo. En la adultez pueden ser personas que busquen una pareja donde ellos carguen con la parte negativa de la relación y se atribuyan toda la culpa de lo que sale mal en la misma. En el apego desorganizado  el niño recibe respuestas desproporcionales o inadecuadas del cuidador generando confusión emocional. Los niños a los cuales se les cría con este tipo de apego buscarán otras formas de cubrir las necesidades dando lugar lamentablemente a trastornos mentales y sociales. Son personas muy desconectadas del aspecto emocional que llevan una imagen negativa de si misma, y de las personas a su alrededor y sienten el mundo interno y externo como amenazantes.

El apego no solo es un factor importante en el desarrollo de la personalidad si no que además marca la imagen del sí mismo, la forma de percibir a los demás y el tipo de relación que buscarán nuestros hijos en el futuro.

 

Por: Mgter. Aidalida Altamirano de Moses, Coordinadora de Programa Apego Madre-Infante