Cadena de favores

Hace par de meses ayudé a una señora mayor a subirse al bus. Agarré su bastón con una mano y a ella con la otra, y junto a un señor la ayudamos a sentarse. 

Ese día había ido a clases y trabajado, y estaba AGOTADA. Para ser honesta la ayudé a subir porque quería que el conductor cerrara las puertas de una vez por todas y que el bus lleve a Danielita lo más rápido posible a su casa. 

Todos se bajaron del bus y me quedé sola con ella. Me faltaba 1 parada para llegar a mi casa y el hecho de pensar que nadie la iba a ayudar a bajarse hacía el silencio del bus vacío ensordecedor. Me ganó la culpa y decidí hacer algo al respecto.

Con mi hebreo chueco (y una sonrisa falsa que trataba de esconder mi pereza e impaciencia) le pregunté hacia dónde se dirigía. La señora no tenía idea donde estaba parada ni en qué parada le tocaba bajarse, y aunque ya habíamos llegado a mi calle, me volví a sentar y me pasé 3 paradas para ayudarla a llegar sana y salva a su destino. Cuando se bajó no me dijo ni gracias, pero ni modo, que iba a hacer? subirla de nuevo al bus? 

Llegué a mi cama y no volví a pensar en este momento hasta 2 semanas después. 

Era un lunes por la mañana y me tocaba ir a trabajar. Ya estaba llegando tarde (como siempre) y no alcancé a desayunar, entonces me llevé una manzana en la mano y corrí a la parada de bus más cercana. Me subí al bus, y se me nubló la mirada. Se me cayó la manzana de la mano y me di cuenta que me estaba desmayando. Estiré la mano hacia la joven que estaba delante mío y le dije en inglés: “me voy a desmayar, y tú me vas a ayudar.” 

Me desperté acostada en los asientos de atrás, con esta mujer midiéndome la presión con un tensiómetro en pleno bus.

Cuanto tiempo llevo aquí tirada? Llamaron a la ambulancia?

Que está pasando?

La mujer que tomé del brazo y obligué a apañarme en pleno desmayo era estudiante de medicina, y en lugar de bajarse en su parada, se quedó conmigo, me hizo comerme mi manzana y me ayudó a llegar donde me tenía que bajar.

Todo lo que das, vuelve. 

No sé como decirlo sin que suene como un refrán gastado, pero el universo me lo mostró más claro que el agua y decidí compartirlo con ustedes.

Daniela Sasson @deardaniela