¿Cómo despertar la capacidad creativa de los niños a través de los cuentos?

Por: Beatriz Martinez, Educadora y Psicóloga Clínica de Niños y Adolescentes.

Soy fiel creyente en el poder curativo de los cuentos y la literatura infantil. En como promueven la salud mental de nuestros niños, los ayudan a gestionar conflictos internos comunes a la etapa  en la que se encuentren y en las lecciones que ofrecen y que les acompañan durante todo su desarrollo.

Como maestra y psicóloga clínica de niños he podido evidenciar esto en incontables ocasiones. 

Pero algo de lo que se habla menos y también he podido evidenciar, es como los cuentos fomentan la capacidad creativa de los niños. 

¿A qué me refiero con ‘capacidad creativa’?

Cuando hablo de capacidad creativa, pienso en la habilidad de imaginar, soñar, buscar soluciones a los problemas, pensar ‘fuera de la caja’, e incluso eventualmente la capacidad de crear y dar vida a nuestras ideas. 

Un adulto con capacidad creativa encuentra soluciones eficientes, es capaz de salirse del molde para entender un problema y resolverlo, es capaz de ser empático, de trabajar y construir en equipo. 

Pero, muchas veces, la educación tradicional, hace todo lo contrario. Enseña al niño a ‘seguir instrucciones, a no cuestionar ‘el molde’, a replicar la creación de otros o pasar largas horas estudiando la creatividad de algún famoso. 

Es difícil convertirse en un adulto con capacidad creativa si el sistema educativo no se actualiza. 

Pero sabiendo esto, hay mucho que podemos hacer por nuestros niños para propiciar la capacidad creativa que es única a cada uno de ellos. 

El ser humano es creativo por naturaleza. Somos la única especie en el planeta que crea arte. Desde antes que existiera la palabra escrita, ya contábamos historias a través de dibujos o teníamos una tradición de cuentos oral. 

¿De que formas podemos ayudar a nuestros niños a conectar con su capacidad creativa innata?

  • Ofreciendo una gama rica de cuentos: Entre mas temprano empecemos mejor. Desde mucho antes que el niño pueda leer, puede y debe escuchar cuentos. Ya sea que sean leídos por un adulto o narrados de forma oral. Los cuentos despiertan la imaginación y nutren la mente. 
  • Respetando los intereses de los niños en torno a los cuentos: Quizás queremos comprarles un libro que nos recomendaron y nos frustra si a nuestro hijo no le gusta tanto. Algo que siempre intentó recordar es, “no importa que lean, lo que importa es que lean.” Ya sea que le interesen los carros, los animales, el mar, el espacio o el tema más extraño – a nuestro parecer – procuremos respetar sus gustos y ayudarlos a encontrar material que se relacione a ellos. Es muy difícil generar un interés por la lectura, si los forzamos a leer de temas que no conectan con ellos. 
  • Dejemos que ellos sean los creadores de cuentos: Desde mucho antes de poder escribir, el niño ya puede ir narrando historias. De forma verbal, a través de dibujos o del juego. Cuando los niños juegan están contando un cuento. Jugar y dibujar es el preludio de la narración de cuentos. Prioricemos los espacios de juego y arte desde los momentos mas tempranos. 
  • No intentemos dirigir sus narraciones como nosotros creemos que deben ser: la historia que ellos creen no siempre tiene que tener una moraleja, un principio o un fin, ni tiene que seguir las reglas de la lógica. Los niños están experimentando con situaciones, explorando, pensando en conflictos que han visto y buscando como entenderlos, o simplemente se están divirtiendo. Lo que es lógico para el adulto o ‘tiene sentido’, no necesariamente hace sentido para el niño. 
  • Ayudemos a nuestros niños a hacer predicciones: Antes de empezar un cuento nuevo, preguntemos: “¿De que crees que se trata?”. Mientras los estamos leyendo o contando, hagamos pausas para cuestionar: “¿Qué crees que hará el personaje?” “¿Qué harías tu en su lugar?” Al finalizar, tengamos conversaciones: “¿Qué te pareció la historia? ¿Qué le cambiarias? ¿Qué no te esperabas?”

Todos tenemos una capacidad creativa en nuestro interior. Como adultos podemos incentivar la de nuestros niños, en vez de apaciguarla. 

Entre mas abiertas y menos estructuradas sean las preguntas que le hacemos a nuestros niños sobre lo que leen, mas estaremos propiciando su capacidad creativa.