Cómo cuidar las emociones de los colaboradores en el trabajo

Escrito por: Carla Tapia de Muñoz, psicóloga

Las personas que se sienten bien, trabajan bien.

Entrar en el mundo de las emociones de los colaboradores es  un reto en el mundo laboral, debido a que las personas evitan mostrarse vulnerables.  Se necesita crear una buena dosis de confianza para trabajar en ello. Sin embargo, se pueden conseguir resultados a través de diferentes estrategias de acercamiento.

Lo importante es comunicar, de una forma genuina, la intención de la empresa de darle al colaborador contención en estos momentos que enfrentamos.  Para las empresas, es una oportunidad de oro de atender una necesidad básica de las personas: de pertenecer y sentir que somos importantes para alguien.

A continuación comparto algunas recomendaciones que pueden ayudar a las empresas a apoyar a sus colaboradores en el manejo de sus emociones en los tiempos que enfrentamos:

  • Construir una red de apoyo emocional con un psicólogo interno o bien contratando los  servicios externos de profesionales de la salud mental que puedan atender las necesidades emocionales de los colaboradores.  El apoyo puede incluso ir más allá de los colaboradores de la empresa, extendiendo la empatía por las personas cercanas al colaborador o sus relaciones claves, logrando de esta manera impactar en su calidad de vida en este tiempo.  Ofrecer el apoyo y acompañamiento en el duelo con la ayuda de un profesional da mucho soporte. Considerar que la pandemia no pone en pausa la aparición de otros problemas y las personas pueden estar sumando a su vida nuevos eventos que ponen el riesgo su estabilidad emocional.
  • Facilitar la adaptación: En algunas empresas, el trabajo ha incrementado y las personas han tenido que hacer grandes ajustes en sus rutinas. No solo trabajar en casa, sino que también la escuela se ha desplazado a los hogares y ahora todo ocurre en un mismo espacio.   Las empresas pueden apoyar a sus colaboradores a adaptarse a esta nueva situación poniendo a su disposición charlas virtuales, relacionadas con cómo lograr una convivencia sana en casa durante la pandemia,  estrategias de autocuidado físico y mental, entre otros.   Uno de los síntomas más comunes puede ser el insomnio, que impide que descansemos y nos recuperemos, por lo tanto es muy importante poder atender este aspecto en los equipos.
  • Compartir las “reglas del juego” del trabajo remoto les da a los colaboradores estructura y seguridad ante esta nueva dimensión del trabajo. Establecer límites y una estructura que permita sostener los nuevos cambios y adaptación a esta nueva realidad. 
  • Separar los espacios de descanso y trabajo.  Dar guía a los colaboradores para que puedan separar los espacios de trabajo y de los espacios de descanso, de esta manera podrán mantener límites sanos entre una actividad y la otra.   Es importante ayudarlos a definir sus espacios mentales que los programan para trabajar, por ejemplo vestir un suéter del trabajo durante la jornada.
  • Apoyar a los líderes en la gestión de sus equipos. Dándoles herramientas para conectar con sus equipos y acompañándolos a crear espacios seguros de conversación donde los colaboradores puedan tener la oportunidad de expresar  cómo se sienten, qué retos han tenido y poder detectar aquellos que necesitan ser referidos.  Esos acercamientos permiten a las personas sentir que todos estamos conectados de alguna manera, que compartimos preocupaciones similares y que  tenemos nuestras pérdidas. Los encuentros virtuales deben ser semanales y, en la medida de la posible, hacer contacto visual con las personas convocadas.  El líder juega un papel clave en el modelaje ante la crisis, muestra su vulnerabilidad, al tiempo da visión y optimismo por el  futuro.
  • La planeación como actividad de autocuidado.  El tiempo parece mucho, pero se pasa muy rápido. Es importante compartir con los colaboradores herramientas que les permitan gestionar sus agendas,  tanto en lo laboral como personal.   Estimularlos a priorizar sus actividades de cuidado de sí mismos (en lo físico, la mente, las relaciones y el espíritu) así poder tener la energía para poder atender las demandas del día.  Las mujeres pueden estar asumiendo mucha carga con los roles de la casa y lo profesional.
  • Tomar la temperatura de las emociones de equipo con regularidad para detectar si algunos colaboradores necesitan un espacio para recuperarse del agotamiento emocional y requieren tomar vacaciones.  De igual manera, monitorear cómo se sienten las personas ejecutando el trabajo remoto, algunos colaboradores prefieren estar en el sitio de trabajo, si es posible, ya que así pueden contar con mejores condiciones para realizar el trabajo.  El trabajo remoto requiere muchos ajustes en casa y puede estar lleno de distracciones. 
  • Aumentar la comunicación en estos momentos es importante, no solo de las acciones que la empresa emprende ante la pandemia, sino de los resultados de la gestión del negocio, nuevos proyectos y noticias positivas acerca de lo que hemos logrado en este tiempo.  El comunicar reduce la incertidumbre y en definitiva hace que las personas se enfoquen más lo que es importante e inviertan menos tiempo en preocuparse.
  • Necesidad de socializar como antes.  Considerar que hay colaboradores para los que el trabajo y la socialización en la oficina  era una parte importante de su vida e incluso una terapia ocupacional.   El estar fuera de ese ambiente presencial puede experimentarse como una pérdida.  Algunas costumbres de la oficina se pueden recrear en el espacio virtual tales como: las celebraciones de cumpleaños, logros, reconocimientos especiales y ocio positivo.
  • Manejar expectativas reales y a no alimentar la culpa.  Al  estar en casa podemos percatarnos de muchas oportunidades de mejora y esto puede abrumar a las personas al querer atenderlas todas a la vez.  Querer ser los padres o colaboradores perfectos solo nos trae más estrés.  Debemos darles el permiso de sentirse vulnerables y reconocer que sabemos que están haciendo lo mejor que pueden esta situación tan retadora.
  • Estimular las pausas activas dentro de la jornada laboral, así como crear espacios virtuales para compartir ejercicios juntos.
  • Generar sensación de progreso.  Mantener las capacitaciones, los planes y proyectos en la medida de lo posible genera una sensación de avance.  Entendemos que algunas tareas es probable que no puedan realizarse, pero es importante ofrecer esa sensación de progreso y buscar aquellas oportunidades de hacer tareas diferentes que agreguen valor.
  • Desarrollar nuevas competencias y flexibilidad.  El aprendizaje no se detiene, algunas personas han ganado tiempo y pueden utilizarlo para adquirir nuevas habilidades que le permitan hacer mejor lo que hacen o incluso emprender.  Algunos quizás no puedan hacer la misma actividad que hacían antes de la pandemia y sus fortalezas puedan ser útiles en otras áreas del negocio o sacar a la luz una nueva competencia que no habían tenido la oportunidad de aplicar antes.
  • Multiplicar la empatía de la empresa hacia los colaboradores y de los colaboradores por  sus colegas, colaboradores y clientes, pues todos de alguna manera están experimentando cambios en sus vidas, algunos con pérdidas importantes.
  • Crear un ambiente seguro para el retorno ayuda a las personas a bajar sus niveles de estrés y el temor que les produce a algunas personas salir de casa.  
  • Dar foco en el presente y perspectiva positiva frente las circunstancias que vivimos, pues aquellos que aún mantienen el empleo son privilegiados.  Las noticias poco alentadoras y aumentos de casos pueden hacer que personas que ya habían alcanzado un nivel de aceptación de la situación, retrocedan y pierdan esa tranquilidad que habían ganado.  Seguir ofreciendo el apoyo y la apertura será importante.

A pesar de que no estamos físicamente juntos como ocurría antes, aplicando estas recomendaciones podemos seguir manteniendo la cercanía emocional con nuestros colaboradores y crear momentos memorables de acompañamiento en un espacio de tiempo que quedará para la historia.

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