El desgaste emocional dentro del área laboral en tiempos de pandemia

Por: Becky Malca, Psicoterapeuta y Psicooncóloga

Con la llegada de la pandemia, nos hemos visto enfrentados a muchos cambios significativos que han afectado las distintas áreas en las que se desarrolla nuestra vida. Ya sea a nivel laboral, académico, familiar, social, emocional, espiritual, individual, hemos experimentado alteraciones en nuestra rutina y la forma como concebimos la vida, exigiendo de nosotros ajustes ante la nueva realidad.

A nivel laboral, el desgaste emocional no se hace esperar. Entre los cierres implementados para cumplir con las medidas de seguridad o el traslado del trabajo a una modalidad virtual. Así mismo, la urgencia a la que se han visto sometidas muchas empresas por tratar de sobrevivir a esta crisis (necesidad de disminuir su nómina cambiando sus sistemas de remuneración y teniendo que cancelar o suspender contratos a muchos de sus trabajadores). O, tener que realizar el trabajo que antes hacían otros compañeros que ya no se encuentran laborando, entre otros.

Todo ello produce una gran conmoción y preocupación a corto, mediano y largo plazo por no saber cómo ni cuándo podremos contar con una estabilidad y base segura. 

¿Qué es el desgaste emocional?

Entendemos como desgaste emocional al estado provocado por una sobrecarga de esfuerzo–no sólo laboral, sino también emocional y cognitivo–al tratar de afrontar situaciones difíciles y/o dolorosas, reprimiendo o escondiendo las emociones. 

En un inicio este desgaste puede pasar desapercibido. Al intentar mantener las cosas “bajo control”, funcionamos bajo el modo de resolver que se activa para poder subsistir.  A pesar de esto, no parece haber cabida para conectarnos con lo que pasa en nuestro interior. Ante la necesidad de salir adelante, el nivel de compromiso y energía permanece sobrecargado, intentando responder cada nuevo reto o desafío. 

Si con el tiempo no logramos abrir un espacio para revisar y reconocer lo que sentimos, el desgaste emocional experimentado hasta el momento corre el riesgo de intensificarse cada vez más, pudiendo llegar a comprometer nuestras defensas, y todo nuestro organismo, y en muchas ocasiones, alterando y afectando nuestra salud mental. 

¿Cómo sé si tengo desgaste emocional?

Existen algunas señales de alarma a nivel laboral las cuales nos pueden servir de guía para identificar si estamos presentando desgaste emocional. Entre ellas encontramos:

  • Desmotivación
  • Inestabilidad emocional (fluctuación en la aparición y permanencia de las emociones, pudiendo a llegar a desencadenar trastornos como ansiedad y depresión).
  • Irritabilidad (molestarse por cualquier cosa)
  • Falta de concentración 
  • Sensación de insatisfacción e inutilidad
  • Distanciamiento afectivo 
  • Apatía (desinterés por las cosas) 
  • Anhedonia (incapacidad de sentir placer o disfrutar)
  • Pesimismo (comienzas a ver todo negativo)
  • Alteración en los hábitos del sueño y la alimentación
  • Cansancio físico 
  • Enfermarse con facilidad por tener una disminución de defensas 

Ahora más que nunca, debemos estar pendientes de nuestra salud mental por estar expuestos a tantos cambios que no sabemos por cuánto tiempo permanecerán en nuestras vidas. 

El aislamiento, la sensación de abandono, el consumo de sustancias y de alcohol, los conflictos interpersonales, ideaciones suicidas y comportamientos de alto riesgo son algunas de las consecuencias que pueden llegar a generarse por el desgaste emocional. 

Mientras más tiempo mantengamos sin elaborar las situaciones emocionales y el estrés que experimentamos, tendremos mayor dificultad para concentrarnos y trabajar adecuadamente. Así como, para poder disfrutar de una vida plena y con sentido.

¿Cómo impacta el desgaste emocional al área laboral?

Es recomendable a nivel empresarial, programar reuniones de ventilación emocional en el cual los colaboradores puedan sentirse escuchados y apoyados como equipo. Si bien todos estamos enfrentando la pandemia, cada uno lo experimenta de una forma distinta. Por ende, presenta diferentes necesidades. Sin embargo, la sensación de equipo y unidad permite sentir seguridad a pesar de la adversidad. 

Para poder responder a la situación actual y tener un mejor desenvolvimiento en el campo laboral, es importante crear un nuevo plan de acción, revisar las funciones que cada individuo estará realizando bajo la nueva estructura de trabajo, ser realistas en las metas trazadas y priorizar.

¿Cómo manejar el desgaste emocional?

A nivel individual, algunas de las recomendaciones para evitar el desgaste emocional son:

  • Identificar las emociones propias, ponerles nombre y hablar de ellas.
  • Equilibrar el ritmo de vida. Priorizar. 
  • Aprender a decir NO.
  • Delegar funciones o llegar a acuerdos.
  • Realizar actividades físicas 
  • Descansar 
  • Hidratarse y alimentarse adecuadamente 
  • Organizar tiempo libre y disfrutarlo
  • Compartir con personas que queremos y nos quieren (ya sea de forma virtual y/o con ellos con quienes estamos conviviendo)
  • Dialogar 
  • Ser asertivos 
  • Ser realista en las metas (considerar si se debe disminuir nivel de exigencia).

Ante la presencia del desgaste emocional, ayuda: 

  • Realizar ejercicios de respiración, meditación, yoga.
  • Practicar alguna actividad con la finalidad de distracción (ejm: pintar, dibujar, leer, etc.)
  • Hacer ejercicios (ayuda a liberar el estrés)
  • Planificar un nuevo horario en el cual se contempla espacios para dormir, comer, trabajar y descansar. 
  • Lo más importante es hablar con alguien de confianza o un profesional acerca de tu estado emocional.

Aunque la situación actual que estamos viviendo no es algo que hayamos escogido o deseado, nuestra actitud frente a esta será clave para poder abordarla día a día. En la medida que identifiquemos lo que sentimos, podremos trabajar en ello; estaremos protegiendo nuestra salud mental y potenciando nuestra calidad de vida.

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