Guía práctica de prevención y atención sobre el suicidio en los adolescentes

Por: Edgar Valderrama, psicólogo (@psicedgarv)

Entendiendo el contexto

La adolescencia, como ya lo hemos afirmado y revisado en distintos tópicos, es una etapa de transiciones internas, altamente influenciada por el contexto social, familiar y educativo. Surgen cambios a nivel psicofisiológico en la persona, que también se añaden a sus experiencias exteriores. En la mayoría de los casos pueda que no sean sencillas de lidiar, lo cual trae consigo emociones fuertes, que generan en el adolescente patrones de conductas no saludables para él mismo y para su familia. Hay un mayor riesgo, si el adolescente no ha recibido recursos emocionales sanos de parte de sus cuidadores primarios para regular sus emociones, desde una edad temprana. 

En los primeros años de vida se van desarrollando características emocionales que son bases fuertes para sostener columnas que surgirán con el desarrollo y las experiencias. Estos cimientos son: la autoestima y la regulación emocional (cómo manejemos nuestras emociones frente a las circunstancias).

Ayudar a nuestro adolescente a desarrollar una autoestima sana, firme, flexible y auténtica, le traerá muchos beneficios en su futuro, sobre todo en su autocuidado.

Según las investigaciones en neurociencias, nuestro cerebro se termina de desarrollar, orgánicamente, aproximadamente a los 25 años. Esto quiere decir que, en la adolescencia, el joven cuenta con un cerebro en crecimiento, que es muy vulnerable al cuidado que el adolescente le dé y de las experiencias que viva. 

La última área que se termina de desarrollar en nuestro cerebro es la corteza prefrontal, la cual cumple un rol de gran impacto, ya que es la que nos brinda la capacidad de tomar decisiones, de planificar, de procesar la información de manera racional y generar pensamientos, acorde a nuestras necesidades.

En la adolescencia se afirman importantes aspectos emocionales que fueron introducidos desde la crianza, como lo son: la identidad, una autoestima saludable, la capacidad para tomar decisiones, la valía, confianza en sí mismo, asertividad para expresar necesidades y cubrirlas, etc.

Las ideas suicidas que surgen, son debidas a una alta exposición a un tiempo prolongado de sufrimiento, que es difícil de sobrellevar para una persona y, más aún, para un adolescente. Por esta razón, es una población vulnerable y que necesita alta contención y comprensión asertiva.

Guía práctica de prevención y atención al suicidio adolescente

Esta guía práctica de recomendaciones está dirigida a tres grupos de personas que tienen un papel crucial en la vida del adolescente desde distintos focos, en distintas áreas de su vida y que, al mismo tiempo, tienen una estrecha relación. 

Es importante destacar que las ideas de suicidio no deben ser descartadas, sin importar cual es tu rol en la vida de esta persona, es fundamental que pueda ser evaluado por un profesional de salud mental. 

SOY SU MADRE, PADRE, CUIDADOR. ¿QUE PUEDO HACER PARA BRINDARLE A MI ADOLESCENTE LO QUE EL NECESITA?

  • Brindar contención de forma frecuente a nuestros adolescentes, dándoles un espacio para que puedan conversar sin juicios.
  • Dar amor constante y crear momentos alegres para generar recuerdos agradables.
  • Mantener una comunicación asertiva y sana en el hogar, validando las emociones. 
  • Buscar momentos y espacios apropiados para conversar sobre temas que sean emocionalmente difíciles.
  • Realizar actividades en familia, dentro y fuera del hogar. 
  • Fortalecer su autoestima, resaltando las características positivas que tenga y, a la vez, ayudarlo con las áreas de mayor dificultad. 
  • Buscar la ayuda de un profesional de salud mental, que pueda guiar, apropiadamente, las dificultades que el joven pueda atravesar. 
  • Lograr llegar a acuerdos con el adolescente y no tocar ninguno de los extremos, que al final traen inestabilidad. 
  • Involucrar al joven en las actividades del hogar y lograr una participación activa de ellos en las cosas relacionadas a su casa.
  • Desarrollar con ellos una confianza auténtica para que sientan comodidad y apertura para aclarar dudas y hablar de temas que generen curiosidad a su edad.

SOY SU PROFESOR, MAESTRA, ACUDIENTE. ¿CUÁL ES MI APORTE PARA QUE SE SIENTA SEGURO Y PROTEGIDO?

  • Estar atento a cualquier situación de acoso escolar, hostigamiento y violencia hacia algún estudiante. 
  • Identificar las destrezas del estudiante y dirigirme a él de una manera asertiva, amable, sencilla y entendible. 
  • Realizar dinámicas grupales que generen interacción saludable entre los estudiantes y tocar temas como: trabajo en equipo, empatía, comunicación asertiva y límites personales.
  • Al observar conductas no saludables en el joven, informar a los acudientes para que puedan consultar con un profesional de salud mental. 
  • Tener contacto directo con los acudientes para manejar información oportuna sobre el estudiante.
  • Realizar actividades extracurriculares que promuevan conductas sanas y que ayuden a los jóvenes a desarrollar actividades proactivas para su futuro.
SOY SU AMIGO, AMIGA, COMPAÑERO DE CLASES, VECINO/A. ¿CÓMO MI AMISTAD Y COMPAÑÍA LE PUEDEN AYUDAR?
  • Validar sus emociones cuando esté pasando por un momento difícil.
  • Entender que hay momentos donde el silencio y la compañía activa son más sanos que dar “consejos” (se hace con buena intención, pero es saludable entender que cada persona aborda las situaciones de maneras distintas.) 
  • Estar disponible utilizando frases como: “¿Cómo puedo ayudarte? Quiero que sepas que estoy aquí para ti. Puedes contarme lo que sea y te ayudaré a buscar ayuda.”
  • Evitar criticar, juzgar, generalizar y etiquetar.
  • Buscar entender y empatizar. 

La prevención y atención del suicidio adolescente es una tarea donde todos podemos aportar. No importa dónde estés; puedes aprender y promover consciencia de la necesidad que existe en otorgarle a los jóvenes herramientas y recursos emocionales que ayuden a prevenir el riesgo de muertes por suicidio. 

Si tu hijo/a, estudiante o amigo/a están pasando por un momento difícil, exhórtalos a buscar ayuda profesional.