La pandemia por el nuevo Coronavirus

Por Dra. Ana Lucas Quintero, Pediatra

Creo no equivocarme al afirmar que hay muchos papás preocupados por la llegada a Panamá del nuevo coronavirus humano (SARS-CoV-2). Algunos reclaman información sobre los síntomas y evolución de la enfermedad en los niños, mientras que otros piden datos sobre medidas de prevención. Como mamá, entiendo perfectamente la angustia que muchos padres sienten en estos momentos, al compartir las mismas preocupaciones con referencia a mi pequeña hija. Como pediatra, les comparto a continuación un poco de información sobre esta nueva enfermedad, con la esperanza de esclarecer algunas de sus dudas. 

El 11 de marzo, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Dr. Tedros Adhanom Gebreyesus, declaró que el nuevo brote de coronavirus se había convertido en una pandemia. Esto implica que la enfermedad causada por SARS-CoV-2 (COVID-19) se ha extendido en distintos países y continentes, debido al alto grado de contagio y al fácil traslado de la enfermedad de un sector geográfico a otro. 

Según el Dr. Gebreyesus, hasta ahora, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, denominada COVID-19, no es tan mortal como otros coronavirus antes registrados (entre ellos el SARS y el MERS), ya que más del 80% de los pacientes presentan síntomas leves y se recuperan completamente. También afirma que “en aproximadamente el 14% de los casos, el virus causa una enfermedad grave, que incluye neumonía y dificultad para respirar. Y alrededor del 5% de los pacientes tienen una enfermedad crítica que incluye insuficiencia respiratoria, shock séptico e insuficiencia multiorgánica.” 

Según datos de la OMS, al 3 de abril, el virus se ha expandido a más de 200 países, afectado a casi 1.000.000 de personas y matado a más de 50.000. Lamentablemente, estas cifras crecen rápidamente con el correr de los días, y de manera exponencial en algunos lugares del mundo. 

Los síntomas de COVID-19 pueden incluir: fiebre, tos, falta de aire o dificultad para respirar, dolores del cuerpo, cansancio, dolor de garganta y/o de cabeza. Con menor frecuencia, los pacientes presentan síntomas gastrointestinales como diarrea, náuseas y vómitos, y recientemente se han descrito como síntomas tempranos de COVID-19 la pérdida del olfato y del gusto. 

Según un estudio realizado en China que incluyó alrededor de 45.000 pacientes, el riesgo de muerte aumenta a medida que se envejece y con la presencia de enfermedades crónicas, tales como: enfermedad cardiovascular, diabetes, enfermedad pulmonar crónica o cáncer, entre otras. 

Un dato muy importante para todos los que somos papás es que la mayoría de los casos pediátricos de COVID-19 por laboratorio presentaron cuadros clínicamente leves o moderados, aunque también se han reportado muertes en niños. 

Por el momento, no existe una vacuna para prevenir la infección por SARS-CoV-2. Por esta razón, la mejor manera de prevenir la infección es evitar el contacto con personas enfermas. Considero este un motivo suficiente para apoyar la medida tomada por el Ministerio de Salud de la República de declarar cuarentena en el territorio nacional. 

Por último, es muy importante prevenir la propagación de los virus haciendo énfasis en la importancia de seguir las siguientes medidas: 

  • Cumplir con la recomendación de quedarse en casa y el distanciamiento social, es decir, mantener distancia de al menos un metro con otras personas. 
  • Lavarse las manos a menudo con agua y jabón, por lo menos durante 20 segundos. Si el agua y el jabón no están disponibles, utilizar un desinfectante de manos a base de alcohol. 
  • Recordar toser y estornudar en la parte interior del brazo o codo, y no cubrirse con las manos. 
  • Limpiar y desinfectar objetos y superficies del hogar, lugar de trabajo o cualquier lugar que frecuentemos. 

Al escuchar las noticias constantes sobre el nuevo coronavirus, no se sientan impotentes; aún si no existe una vacuna contra el virus hasta el momento, si hay algo que podemos hacer para protegernos. Enfoquémonos en nuestra higiene, en lavarnos las manos constantemente, taparnos a la hora de toser o estornudar y evitar contacto con personas enfermas. 

Aunque sepamos que los adultos sanos o los jóvenes y niños, en caso de enfermarse de COVID-19, tendrán una evolución favorable, no debemos olvidar que al cuidarse siguiendo las recomendaciones anteriormente mencionadas están protegiendo a sus papás, abuelos y todas las personas que tienen problemas de salud crónicos, que son los más vulnerables a sufrir complicaciones o incluso morir a causa de esta enfermedad. Asimismo, esforcémonos en inculcar estás prácticas a nuestros hijos, ahora y para el resto de sus vidas. Cuidarnos y cuidar a los que más queremos está en nuestras manos, manteniendo adecuadas normas de higiene y quedándonos en casa.