Límites saludables para la tecnología en la crianza de los niños

Por: Stephanie Vizuette, Psicóloga clínica y psicoterapeuta de adolescentes y adultos.

En un tiempo en el que la tecnología está conectada con tantos aspectos de nuestra vida; es fácil para muchos de nosotros, incluyendo a nuestros hijos, pasar demasiado tiempo frente a las pantallas. Ahora resulta muy natural usar el móvil o la tablet en cuanto tenemos unos minutos de tiempo libre. Si a esto le añadimos la dosis de dopamina de las redes sociales, que extiende nuestro tiempo de uso (“scrolling”), veremos cómo el poner límites puede mejorar la calidad de vida de cualquier persona.

Últimamente hemos estado escuchando los términos “Generación Z” y “Generación Alpha”, los cuales se refieren a todos aquellos nacidos en la era digital. Esta es una generación que no cuenta con una experiencia antes del Internet que le permita ponerse límites a ellos mismos. Con lo cual, a pesar de que el uso de la tecnología es positivo y tiene sus ventajas, los niños y adolescentes necesitan que los adultos les orienten y les sirvan de modelo para que su tiempo con la tecnología sea una parte constructiva de sus vidas. 

Al igual que en la mayoría de las situaciones, lo más recomendable es abordar estos nuevos retos desde el equilibrio. «El paso más importante es establecer una relación balanceada o sostenible con la tecnología», señala el psicólogo Adam Alter.

Algunos consejos para evaluar la calidad de las interacciones digitales de los niños son:

  • ¿Están accediendo a contenido apropiado para su edad? 
  • ¿Las aplicaciones que utilizan son interactivas? ¿Estimulan el razonamiento o la creatividad, en lugar de ser meramente pasivas? Por ejemplo: No es lo mismo una hora viendo videos de YouTube, que una hora en una aplicación de dibujo o arte digital.
  • ¿Están configuradas las opciones de privacidad de las redes sociales y otras aplicaciones que usan los chicos, para restringir lo que pueden ver los desconocidos y quién puede comunicarse con ellos?

Aun cuando la calidad del contenido que consumen los niños y adolescentes es fundamental, se recomienda delimitar el tiempo que pasamos frente a las pantallas para sacar provecho de actividades que nos puedan proporcionar diversión, descanso y conexión tanto en familia como de forma individual, más allá de la tecnología; de manera que se fortalezcan los vínculos familiares y se potencie el desarrollo de nuestros hijos.

Pese a que el debate sobre el número exacto de horas que los niños pueden pasar frente a las pantallas antes de que se torne perjudicial para su salud sigue abierto, se pueden fijar períodos de descanso. 

Una posible hoja de ruta sería:

  • Espacios libres de pantallas: pueden ser los dormitorios, la cocina o la mesa del comedor.
  • Horarios sin pantallas: pueden ser la hora de acostarse, la hora de comer o eventos especiales.
  • La «hora de dormir» del dispositivo: los adultos pueden conversar con los niños acerca de cómo “dormirá” un dispositivo, incluyendo dónde se recargará/guardará durante la noche y cuándo se «despertará».

Una parte crucial del uso de la tecnología son las buenas prácticas de privacidad y seguridad. 

Es importante iniciar temprano la conversación sobre la seguridad en la red y hablar de ello a menudo. Los niños que acostumbran hablar de lo que hacen en el mundo digital son más dados a contarle a alguien de confianza aquello que les preocupa o disgusta. Una manera de hacerlo sería acercarse a los niños con curiosidad evitando juzgarlos; pídale que le enseñe cómo funciona su juego o cuál es su “YouTuber” – creador de contenido favorito. 

Establecer una conversación abierta con sus hijos desde el principio puede contribuir a su seguridad.

Recapitulando, 

El mundo digital contiene una gran cantidad de información y recursos, pero no tiene que ser dañino. Los límites y las normas pueden reducir las probabilidades de que los niños tengan experiencias desagradables en la red.

El ejemplo de los padres puede ser una gran influencia. Su hijo se sentirá más inclinado a respetar los límites de uso de las tecnologías de la información y la comunicación, si nota que usted también aplica hábitos saludables para sí mismo.

Reducir el tiempo que usted y sus hijos pasan frente a la pantallas tiene otra ventaja importante: Tendrán más tiempo para disfrutar juntos de actividades que les permitan crear momentos memorables y vínculos más fuertes.