Por: María Sofía Pinzón, Psicóloga @msofiadelourdes
Sabemos que la adolescencia es la etapa de transición entre la niñez y la adultez; los jóvenes experimentan cambios significativos a nivel físico, emocional y hormonal. Es en esta etapa donde los temas relacionados a la sexualidad y el sexo pueden generar curiosidad, confusión y angustia.
Nuestros adolescentes están creciendo en una sociedad muy sexualizada, pueden encontrar información errónea a un “click” de distancia, los medios de comunicación normalizan conductas de riesgo relacionadas al sexo y se estigmatiza la educación sexual.
Los adolescentes están expuestos a un sinfín de riesgos, como lo es el embarazo precoz. Un informe publicado en 2018 por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que Panamá tiene la segunda tasa más alta en el mundo de embarazos adolescentes; y para el 2020 a nivel mundial, alrededor de 16 millones de jóvenes de 15 a 19 años y aproximadamente un millón de niñas menores de 15 años dan a luz anualmente.
El embarazo adolescente puede tener un impacto negativo a largo plazo en la calidad de vida de la joven y su núcleo familiar:
- Problemas de salud para la madre y el infante.
- Embarazo unido a enfermedades de transmisión sexual.
- Deserción escolar.
- Perpetuación de la pobreza.
- Rechazo de la sociedad.
- Discriminación laboral.
- Crisis familiares.
Si visualizamos la palabra “prevención”, podemos pensar en “educación”, “información”, “comunicación” y “concientización”.
Prevenir el embarazo adolescente no es incitar a los jóvenes a tener relaciones sexuales prematuras, es darles la oportunidad de cuidar su salud, conocer los métodos anticonceptivos y enfermedades de transmisión sexual, educar sobre la maternidad y paternidad responsable, fomentar relaciones sanas, fortalecer los factores de protección, disminuir los factores de riesgo y ayudarlos a trazar un proyecto de vida.
Educar a los adolescentes en esta etapa tan importante es darle herramientas para formarlos en adultos responsables.